Alejandro Efraín Benítez Herrera, titular de la Secretaría de Salud de Hidalgo, alertó que por el contacto con las aguas negras en Tula por la inundación de la semana pasada, hay riesgo entre la población casos de cólera, leptospirosis, enfermedades gastrointestinales en general, parasitosis y muchas otras enfermedades.
Ante ello, ya se investigan pruebas de laboratorio en dos casos detectados en la zona donde el 6 y 7 de septiembre se desbordó el río Tula causando daños a más de 30 mil personas, tan solo en la zona centro de la demarcación.
El funcionario llamó a todos los integrantes del Sector a coordinar los trabajos de cada una de las dependencias, para hacer más efectivas las labores de apoyo, así como priorizar las acciones sanitarias para prevenir y disminuir los daños y riesgos epidemiológicos a la salud de la población, sobre todo los problemas sanitarios que se avecinan en los municipios afectados por los fenómenos meteorológicos.
“De no actuar, este problema podría convertirse, en una situación muy compleja, porque ojalá (esta inundación) hubiera sido por el huracán, pero estas son aguas que vienen de la Ciudad de México, aguas negras, sin intervención nos vamos a enfrentar al cólera, leptospirosis, enfermedades gastrointestinales en general, parasitosis y muchas otras enfermedades. Tendremos la presencia de moscos, fauna nociva”, precisó.
“Ya se están comenzando a presentar casos de conjuntivitis y diarreas, detectamos nula cloración en las redes de agua potable, lo cual ya fue resuelto por el municipio”.
Las autoridades acordaron la instalación de una ambulancia con personal de atención médica en Tula, Ixmiquilpan y Tlahuelilpan por parte de la delegación en el Estado de la Cruz Roja; encalamiento de los residuos recolectados de las zonas afectadas, así como de la difusión de las zonas de acopio de los mismos; aviso al Ministerio Público de la pérdida total de los expedientes clínicos y la apertura de 6 líneas de ayuda psicológica.