Puede parecer inofensivo, pero ese jamón con textura viscosa en tu refrigerador podría ser una señal de alerta. Aunque muchos optan por lavarlo para "arreglar" el problema, los expertos advierten que esto no elimina los microorganismos que pueden afectar tu salud.
Consumir embutidos en mal estado conlleva riesgos que no siempre son evidentes a simple vista. ¿Qué sucede realmente cuando el jamón se pone baboso y por qué es mejor evitarlo? Aquí te lo contamos.
Razones para no comer ni lavar el jamón baboso
Hay razones muy claras por las que no se debe comer ni lavar el jamón (o embutidos de cerdo) que se sienten babosos. William Knape, ingeniero bioquímico y creador de contenido en redes sociales comparte las siguientes:
- Presencia de bacterias y toxina: cuando los embutidos, particularmente los de cerdo, llevan mucho tiempo en el refrigerador, puede empezar a reproducirse una bacteria llamada Clostridium botulinum. Esta bacteria produce una neurotoxina muy peligrosa llamada toxina botulínica.
- Efectos peligrosos al ingerirla: si esta toxina se ingiere, puede afectar el sistema completo dependiendo de la concentración.
Puede ocasionar graves problemas como calambres o parálisis estomacal.
En grandes cantidades, puede causar parálisis cardíaca o respiratoria, lo cual puede generar la muerte si no es atendida a tiempo. Por lo tanto, la fuente advierte que se tenga mucho cuidado cuando los embutidos viejos se sientan babositos. - La toxina permanece aún si se lava el jamón: si los lavas, de todos modos, la toxina sigue en ellos. Lavar el embutido no elimina el peligro que representa.
- La toxina es resistente al calor: es crucial recordar que, aunque cocines los alimentos, la toxina no se va a destruir porque es resistente al calor.
Esto significa que cocinar el jamón baboso tampoco lo hace seguro para comer.
Debido a que la toxina es peligrosa y no se elimina ni lavando ni cocinando no existe más remedio más que tirarlo.
¿Cómo conservar el jamón?
Para conservar el jamón en rodajas o rebanadas se recomienda lo siguiente:
- Utiliza un recipiente con cierre o tapa: coloca las rebanadas de jamón en un recipiente de plástico con cierre hermético.
- Papel absorbente (opcional): puedes colocar una hoja de papel absorbente en el fondo del recipiente y otra encima de las rebanadas para ayudar a absorber la humedad y mantenerlas frescas por más tiempo.
- Refrigera: guarda el recipiente en la parte más fría del refrigerador.
- No guardes jamón a temperatura ambiente por más de 2 horas.
- Presta atención a las señales de deterioro: un olor desagradable, una textura babosa o cambios de color (grisáceo, verdoso u oscuro) indican que el jamón puede estar en mal estado y debe desecharse.
- Consulta la fecha de caducidad: siempre revisa la fecha de "consumir preferentemente" o "fecha de caducidad" en el envase original.
El jamón entero refrigerado generalmente dura hasta 2 semanas si se almacena correctamente. Las rebanadas pueden durar un poco menos, alrededor de 3-5 días una vez abierto el paquete.
¿Cuáles son los nutrientes del jamón?
El jamón es un embutido, se consume principalmente por salud, practicidad, economía y sabor, según la Revista del Consumidor de Profeco de agosto 2020.
De acuerdo a la información proporcionada por la Procuraduría Federal Consumidor, cuando comemos alimentos cárnicos de este tipo se obtienen:
- Proteínas: contienen todos los aminoácidos esenciales
- Vitaminas del complejo B
- Hierro
- Zinc
- Selenio.
"Estos productos son consumidos popularmente entre las familias mexicanas, ya que son fáciles de preparar, con poco desperdicio y porciones controladas; y son elaborados con elevados controles de calidad", se lee en la página 22 de la revista.
YRH