Por qué no debes tomar jugo de naranja por las mañanas

Uno de las bebidas que siempre está presente en los desayunos de la gran mayoría de lugares, como restaurantes y hoteles podría no ser tan bueno como lo has pensado hasta ahora

Por esta razón no debes beber jugo de naranja en el desayuno (Shutterstock).
Ciudad de México /

El jugo de naranja es uno de los alimentos típicos del desayuno, un imprescindible en todos los hoteles a través del mundo, un lenguaje común a muchas culturas, quizás por eso sea tan difícil creer que, en contra de lo que se ha pensado toda la vida, es un hábito que los nutriólogos recomiendan dejar de practicar debido a los picos de glucosa.

Estos se producen cuando los niveles de azúcar en sangre suben de una forma muy rápida en un corto periodo de tiempo, explica Alba Coll, nutricionista de la Fundación Alicia y desafortunadamente, el jugo de esta fruta es uno de los responsables de que se desencadenan estas subidas.

"El efecto de beber un zumo que hemos exprimido en casa en comparación a comernos la naranja, tiene un impacto totalmente distinto en nuestro cuerpo"

Esto es debido a que el jugo de naranja contiene el azúcar correspondiente a dos o tres de estas frutas, sumado además a que al solo consumir el jugo se quita la fibra natural de la fruta la que ayuda a que la absorción de glucosa sea la correcta.

Tener picos de manera constante a lo largo del día puede ser perjudicial para la salud tanto en el presente como a futuro, en el corto plazo puede afectar en los cambios de humor, el sueño y el hambre, uno de los síntomas más notorios que se puede controlar comiendo los alimentos correctos, mientras que a largo plazo, mantener unos niveles equilibrados de azúcar en sangre puede ayudar a prevenir la diabetes, la obesidad y enfermedades cardiovasculares.

Así que a la hora del desayuno lo mejor es, primero, intentar desayunar todos los días a la misma hora, ya que esto ayuda de gran forma al cuerpo, tratar de consumir hidratos de carbono complejos, fibras, proteínas y grasas saludables, por ejemplo tostadas y cereales integrales, mezclados con lácteos o proteínas que ayudarán a controlar los niveles de azúcar en sangre en las próximas horas, aumentando también nuestra sensación de saciedad.

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