Cada año, con la llegada de las fiestas y Día de Reyes, juguetes de todo tipo aparecen bajo los árboles de navidad. Aunque siempre son recibidos con ilusión, resulta clave asegurarse de dónde vienen y cuál es su contenido.
Más de un estudio en el mundo ha alertado sobre la presencia de metales pesados y otras sustancias tóxicas. Basta señalar que en el país, cerca de 17 de cada 100 niños lleva plomo en su sangre sin que sus padres lo sepan, según una investigación.
En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) es la encargada de emitir recomendaciones al respecto. Estas son algunas de las claves para diferenciar un juguete seguro de una amenaza.
El peligro del plomo en juguetes de baja calidad
El plomo sigue siendo el riesgo número uno en juguetes de baja calidad. Según diversas investigaciones, la exposición a este metal en la infancia puede provocar daños irreversibles en el desarrollo neurológico, crecimiento lento y problemas de aprendizaje.
En el país, cerca de 17 de cada 100 niños lleva plomo en su sangre sin que sus padres lo sepan, según el estudio “Intoxicación infantil por plomo en México: otras fuentes de exposición más allá del barro vidriado (Ensanut 2022)”. Los autores de la investigación publicada en 2023 adelantaron que el 16.8% de ellos tenía niveles de plomo preocupantes (por encima de los 5 microgramos por decilitro).
Aunque la principal forma de exposición detectada por los autores del estudio fue el barro vidriado (21.2%), la exposición ambiental ocupó el segundo lugar (17.7%) y en ella se incluye el plomo que está en el aire, en la tierra, en el polvo o en objetos como juguetes con pintura tóxica.
Por ello la COFEPRIS recomienda:
- No comprar juguetes que carecen de etiquetas informativas
- Tampoco aquellos que no contengan leyenda de advertencias y medidas de precaución
- Evitar la compra de los que no garanticen la calidad sanitaria del producto y materiales de fabricación
Por otro lado, la Universidad Estatal de Michigan señala que una buena alimentación puede ayudar a limitar la absorción de plomo en el cuerpo, por lo que se recomienda el consumo de alimentos con alto contenido de hierro, vitamina C y calcio.
Químicos invisibles: ftalatos y retardantes de llama en plásticos
Más allá del plomo, existen químicos que no se ven ni se huelen, pero que afectan el sistema endocrino. El proyecto europeo HBM4EU ha destacado que los ftalatos (usados para suavizar el plástico) y los retardantes de llama como el PBDE pueden interferir con el crecimiento y la pubertad.
De acuerdo con un reporte ejecutivo de IPEN, muchos juguetes fabricados con plásticos reciclados de desechos electrónicos contienen retardantes de llama bromados. Estos químicos son especialmente peligrosos en juguetes que los niños suelen morder o chupar, ya que el contacto directo facilita su absorción.
Aunque no hay estudios amplios o recientes al respecto y ni siquiera están contemplados en la legislación mexicana, ya desde 2009 se obtuvo evidencia de la presencia del PBDE en la sangre de 173 niños de diferentes zonas del país . Según el reporte, las infancias de Ciudad Juárez, Chihuahua, tuvieron los niveles más altos.
En este caso, una de las recomendaciones principales es cuidar el lugar en donde se adquieren los juguetes. Recientemente la Organización Europea de Consumidores publicó un informe en el que presentó algunas pruebas realizadas en numerosos productos vendidos en Temu.
Las inspecciones realizadas por el Consejo Danés de Consumidores THINK Chemicals detectaron ftalatos en los juguetes de plástico vendidos en el sitio web, algunos incluso contenían 240 veces más de esta sustancias respecto al límite legal en Europa.
¿Qué hay que considerar para que un juguete sea seguro?
Algo importante que los Reyes Magos deberían tomar en cuenta en la adquisición de un juguete, especialmente si es un regalo para una infancia, es el año en que fueron lanzados.
Una investigación liderada por la Universidad de Gotemburgo, Suecia, reveló que el 845 del total de juguetes viejos hechos de plástico analizados contenía toxinas capaces de afectar el crecimiento, como es el caso de los ftalatos y las parafinas. Esto se debe a que anteriormente las regulaciones eran menos estrictas.
Por otro lado, si la pintura del juguete se desprende o causa alguna reacción cutánea en el niño, lo ideal es suspender su uso de inmediato. De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) la higiene es la primera línea de defensa, ya que el lavado frecuente de manos después de jugar reduce la ingesta accidental de partículas de plomo que puedan desprenderse en forma de polvo.
Asimismo, se pueden realizar reportes directos con distintas dependencias, ya sea en el portal web de la COFEPRIS o a través de llamada telefónica a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) 55 5568 8722.
¿Cuáles son los mejores juguetes para el desarrollo infantil?
En gustos se rompen géneros, por lo que es difícil determinar cuál es la mejor opción de regalo para las y los pequeños, sin embargo, la evidencia apunta a que hay algunos juguetes que brindan mayores beneficios que otros.
En primer lugar y según la Revista de Instigación en Educación Infantil, están los bloques y juguetes de construcción. De acuerdo con el reporte, quienes juegan con ellos regularmente entre los 3 y 5 años obtienen mejores resultados en matemáticas o álgebra.
La Universidad de Michigan también recomienda los rompecabezas ya que fomentan la coordinación ojo-mano, motricidad fina y percepción especial, por mencionar algunas.
Otra gran opción son aquellos juguetes que les permiten a las infancias simular ser astronautas, doctoras o maestras. Según la Asociación Nacional para la Educación de Niños Pequeños (NAEYC), “el juego dramático de alto nivel produce beneficios cognitivos, sociales y emocionales comprobados”.
Los instrumentos para explorar el lado más artístico también parecen ser una buena opción ya que además de incentivar la motricidad fina, fomentan el desarrollo cognitivo y habilidades matemáticas y lingüísticas.
Finalmente, para las niñas y niños que parecen no estar un minuto quietos, están los triciclos, bicicletas, pelotas, bates y juguetes para martillar, por mencionar algunos. Está familia de juguetes se caracteriza por fomentar la motricidad gruesa.
En todos los casos, lo más importante es considerar que sean productos acorde a su edad, ya que en algunos pueden tener piezas pequeñas que aumentan el riesgo de asfixia.
LHM