Han pasado cinco años desde que el mundo vio surgir la pandemia más letal que ha experimentado en décadas. Pese a los intentos de seguirle la pista, hasta ahora no existe un consenso científico contundente que esclarezca el origen del virus que la provocó.
No obstante, y en un embate por redirigir el panorama de las investigaciones, la Agencia de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) lanzó un dardo asegurando que “es más probable” que el SARS CoV-2 se haya filtrado de un laboratorio que de manera natural en animales.
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La tambaleante postura (la agencia adelantó que tiene “poca confianza” al respecto) marca un desplante respecto al posicionamiento que había mantenido durante años respecto al covid 19 y forma parte de las directrices retomadas por el nuevo director de la CIA, John Ratcliffe , quien fue designado recientemente por el presidente entrante, Donald Trump.
Y es que, hasta hace poco, la agencia sostenía que no tenía suficiente información para concluir si la pandemia surgió de forma natural en el mercado húmedo de Wuhan, China o había sido el resultado de una fuga accidental de un laboratorio de la región.
El cambio de postura, según adelantaron las propias autoridades a medios estadounidenses, no se basa en nuevas pruebas sino en las que ha estado analizando durante meses.
¿Dónde se originó el virus?
El avance en cuanto a las investigaciones sobre el origen del covid 19 no ha estado exento de politización, teorías conspiranoicas y opacidad.
Desde el inicio de la pandemia China, Estados Unidos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) se enfrascaron en un disputa sobre cuál podría haber sido la cuna del microorganismo que detonó la pandemia.
En 2021 un informe concluyó que la teoría del laboratorio resultaba “extremadamente improbable” y favoreció la hipótesis de que el patógeno había pasado de los murciélagos a otros animales que posteriormente infectaron a los humanos.
El gobierno chino ha acusado a Washington de politizar el tema, sin embargo, tanto las limitadas interacciones de su comunidad científica desde 2020 como la falta de transparencia de datos clave han puesto más tensión en la paranoia política.
A principios de diciembre de 2024 un panel de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aseguró que la pandemia se originó a partir de la fuga en un laboratorio y acusó al Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), entonces liderado por Anthony Stephen Fauci, de haber contribuido en la supuesta financiación para la creación del SARS-Cov-2 en el Instituto de Virología de Wuhan.
El informe, liderado por miembros del partido Republicano consistió en realizar más de 30 entrevistas, audiencias, recopilación de documentos y consultas a científicos con distintas posturas.
Sin embargo, y como reportó la revista Science, el informe no ofreció ninguna evidencia directa de la fuga del laboratorio. El reporte fue ampliamente cuestionado e incluso detonó una contrapropuesta de los demócratas, quienes publicaron su propia investigación rechazando las resoluciones del informe entre las que se encuentran diversos señalamientos en contra de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A este intrincado contexto se suma el nuevo análisis de la CIA que favorece la teoría del laboratorio. El reporte fue iniciado bajo la administración de Biden pero no fue publicado sino hasta que el nuevo director asignado por Donald Trump asumió el cargo.
En medio de la disputa política y acusaciones sobre la gestión de la pandemia, ¿qué postura han adoptado los científicos?
Aunque aún hay diversas piezas faltantes, un gran número de expertos considera que la pandemia comenzó cuando el virus saltó de un animal a un humano y no como un accidente de laboratorio. Esto, según un estudio sistemático que recolectó la opinión de 168 virólogos, epidemiólogos de enfermedades infecciosas y otros científicos de 47 países.
“La opinión de expertos cuidadosamente obtenida puede indicar el estado actual del pensamiento sobre un tema y el grado de consenso entre los expertos”, señala el reporte publicado en febrero de 2024.
A mediados de ese mismo año se sumó nueva evidencia respecto al mercado de Wuhan como fuente del brote de covid-19. La investigación realizada por un equipo internacional consistió en estudiar los genomas virales de los primeros casos de covid y analizar los datos de 800 muestras recogidas por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de China en el mercado húmedo de Huanan.
Notaron que había varios posibles hospederos intermedios del SARS-CoV-2 presentes en el mercado, como por ejemplo, perros mapaches comunes, civetas de palma, ratas de bambú canosas y puercoespines malayos. Esto significa que el virus pudo haberse transmitido a los humanos a través de diferentes animales que estaban en el área de comercio.
“Una amplia evidencia epidemiológica respalda el comercio de vida silvestre en el mercado de Huanan como el conducto más probable para el origen de la pandemia de covid-19”, señalan.
Tomando esto en cuenta, aunque no se rechazan otras hipótesis, la presencia de los linajes B y A del virus, tanto en el mercado como en sus alrededores, sugiere que el SARS-CoV-2 probablemente apareció allí o en su cadena de suministro y no que los humanos podrían haber llevado el virus.
“Cualquier hipótesis sobre la aparición de covid-19 tiene que explicar cómo llegó el virus a uno de los únicos cuatro mercados de vida silvestre documentados en una ciudad del tamaño de Wuhan en un momento en el que tan pocos humanos estaban infectados”, insisten los investigadores.
Y es que, las cadenas de transmisión dependientes de un solo humano serían difíciles de mantener y probablemente se extinguirían rápidamente, como señala el estudio. En cambio, una interacción constante entre animales infectados y humanos en un mercado tiene más posibilidades de desembocar en una epidemia.
Christian Drosten, investigador del coronavirus en el Instituto Charité de Virología de Berlín denunció la politización del debate durante el encuentro de expertos “Preparándose para la próxima pandemia: evolución, patogénesis y virología de los coronavirus”, celebrado en Japón a finales del 2024.
De acuerdo con la revista Science, el experto externó su particular preocupación por el informe elaborado por la Cámara de Representantes estadounidense.
“Está muy claro que no solo están ignorando la evidencia existente, sino que están falsificando la evidencia que está sobre la mesa”, dijo Drosten.
LHM