Amamantar a tu bebé es una de las partes más importantes, sí, para fortalecer un vínculo afectivo entre madre e hijo, pero sobre todo para lograr que el pequeño crezca sano. Sin embargo, existe mucha información que podría ocasionar que te preocupes por cosas sin sentido, que a continuación buscamos aclarar.
1. Si tengo senos pequeños produciré poca leche
El tamaño de los senos no determina la cantidad de leche que se produce, pues ésta depende de la glándula mamaria, que tiene el mismo volumen en todas las mujeres.
2. La leche materna no es suficientemente nutritiva
Según la Unicef, todas las mujeres producen leche de buena calidad y en cantidad suficiente pues su producción obedece la ley de "oferta y demanda".
Además, se dice que los primero días, la leche, o lo que se conoce como Calostro, debe ser desechada pues es amarilla y significa que está podrida. Esto es falso. El calostro contiene muchos nutrientes que fortalecen el sistema inmunológico del bebé.
3. Las madres que amamantan debe evitar ciertos alimentos
Aunque la mujer necesita de una dieta balanceada, no hay alimentos que aumenten o disminuyan la producción de leche. Seguido escuchamos que la madre no puede tomar alimentos que cambien el sabor de la leche, como el ajo, la cebolla y las coles. Si bien pueden cambiar el sabor el bebé puede tomarla sin problema.
También es falso que debas tomar más líquidos o leche para seguirla produciendo.
4. Si la madre está asustada o enojada no debe amamantar
La leche no se "agría". Lo único que puede pasar cuando experimentas una emoción fuerte es que el ritmo del flujo se puede aletargar como una reacción natural a la ansiedad.
5. Si la madre está enferma no puede amamantar
Si tu enfermedad es sólo un resfriado, puedes seguir amamantando a tu bebé, sin embargo, si estás enferma de algo más grave y debes tomar medicamentos es necesario que informes a tu médico que estás lactando para que él considere si puedes seguir haciéndolo o no.
Nunca tomes medicamentos sin prescripción médica.
CJR