Las cortadas con papel duelen mucho por esta razón

Estas lesiones generalmente ocurren en las partes más sensibles del cuerpo, como los dedos, los labios o la lengua.

Las cortadas con papel suceden usualmente en partes sensibles del cuerpo. (iStock)
Editorial Milenio
Ciudad de México /

Piensa un instante lo que significa una cortada con papel

Por lo general, ocurre de manera repentina e inesperada y cuando ya has llegado a ese punto de una labor que había estado aplazando. Recuerda la sensación de alivio que experimentó al terminar una nota de agradecimiento a tu tía por el espléndido suéter que te envió hace tres meses. Y, en ese mismo momento, tus manos no atinaron a evadir el borde del papel que penetró en la carne mucho más allá de lo que podría esperarse. 

Y entonces llega el dolor: ese dolor agudo y lacerante que arrastra tu conciencia hacia la Única. Cosa. Importante. Ahora.

A veces hay un momento, entre la conciencia y el dolor, en que intentas pactar con el destino, con la esperanza de que todo lo sucedido fuera solo resultado de su imaginación. Pero el dolor está ahí y hay que detener la sangre.

¿Por qué duele tanto? 

Las cortadas con papel duelen tanto por varias razones. Por lo general, ocurren en las partes más sensibles del cuerpo: los dedos, los labios o la lengua. Las terminaciones nerviosas de esas partes del cuerpo pueden diferenciar con excepcional claridad y especificidad, sensaciones de presión, calor, frío y lesiones

Nuestro cerebro tiene áreas especializadas para recibir señales procedentes de esas partes con perfecta definición. Las exquisitas habilidades sensoriales que ayudan a que nuestros dedos, labios y lengua sean tan buenos en sus funciones, también hacen que las lesiones sean más dolorosas. 

Además, estas mismas áreas tan sensibles también son partes del cuerpo que utilizamos con mucha frecuencia. Las cortadas en los dedos, los labios y la lengua tienden a abrirse una y otra vez y esto reaviva el dolor cada vez. 

Por último, la profundidad de la herida es la ideal para exponer y excitar las fibras nerviosas de la piel sin dañarlas, de la misma manera que una lesión más profunda puede dañar gravemente las fibras nerviosas y afectar su capacidad para comunicar el dolor. La cortada con papel hace que se aviven y funcionen a plena capacidad. 

¿Cómo detener el dolor? 

Primero, lava la cortada lo antes posible con agua y jabón. Esto reducirá la posibilidad de infección y ayudará a que la herida se cure más rápido. Mantén la herida limpia y, si es posible, cúbrela por unos días con una venda adhesiva para proteger la herida e impedir que se abra de nuevo.

Aunque los efectos físicos de las cortadas con papel son una tremenda molestia, es fascinante la respuesta mental y emocional a estas. La autoagresión intencional (por ejemplo: los cortes en la piel) y las lesiones accidentales graves (por ejemplo, los accidentes automovilísticos en que se pierde una de las extremidades o se produce una parálisis) han inspirado investigaciones trascendentales y continuas sobre sus efectos psicológicos. 

Es sorprendente que el simple gesto de pasar la lengua por un sobre para pegarlo provoque una lesión (¡y mucha sangre!). ¡Qué pena no haber tenido éxito en una tarea tan simple (¿por qué siempre me sucede esto?); te enojas por la cortada (¡ufff!); te provoca ansiedad pensar que podría volver a suceder (¡aún me quedan 200 sobres por pegar!). 

Las cortadas con papel son insignificantes, pero pueden provocar una respuesta emocional compleja. 

Estas heridas nos recuerdan que no importa cuántas veces hayamos realizado la más sencilla de las tareas, siempre existe la posibilidad de que nos lastimemos por accidente. Si eso nos vuelve un poco más sensibles y comprensivos con los dolores de quienes nos rodean, y quizás un poco más humildes, pues en ese caso, quizás las cortadas con papel nos enseñen a ser mejores. 

Pudiera ser que sí.


Publicado originalmente en The Conversation




RL



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