Actualmente, al ir al supermercado no solo es posible escoger entre una variedad de opciones de leche, para aquellas personas intolerantes a la lactosa o quienes prefieren evitar los productos de origen animal han surgido diferentes alternativas a base de avena, soya e incluso mezclas de vegetales.
Aunque en ocasiones se utiliza el término leche para referirse a ellas, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) señala que el término es inadecuado, ya que son varias las diferencias, comenzando claro, por su origen.
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De manera natural, ambos alimentos contienen nutrientes esenciales para el organismo: proteína, grasa, calcio, vitaminas y minerales, no obstante, las cantidades pueden variar, además de que algunas marcas de bebidas vegetales adicionan algunos micronutrientes que no poseen de manera natural, como explica la Profeco.
¿Qué hace que la leche sea leche?
Conocemos como leche al líquido que producen las glándulas mamarias de los mamíferos (como el humano, las vacas, gatos, cabras, etc.). Suele producirse para alimentar a las crías, de ahí que la bebida se adapte a las necesidades de cada bebé, así como a la alimentación de su progenitora.
Por ejemplo, las ballenas producen una leche rica en nutrientes y grasa esenciales que, por un lado, ayudan a los ballenatos a conseguir reservas para aguantar las frías aguas en las que nadan y por otro, aceleran su crecimiento, lo que los vuelve menos vulnerables a ataques durante su viaje por el océano.
El ser humano es de los pocos animales que bebe leche de otra especie, además de que lo hace en etapas avanzadas de su vida y no solo cuando es un bebé. Aunque en países europeos las lechee de oveja, cabra e incluso de yak son populares, la más común y consumida alrededor del mundo es la de vaca, que actualmente se puede encontrar en un sin fin de presentaciones: deslactosada, descremada, reducida en grasas, con sabor chocolate.
Un artículo de la Universidad de Harvard señala que leche de vaca es en su mayoría, agua: está conformada en un 87 por ciento de ella, el 13 por ciento restante son nutrientes, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales, tales como:
- Calcio
- Proteína
- Potasio
- Fósforo
- Vitaminas B2 y B12
- Suelen estar adicionadas con vitaminas A y D
Según la institución, las vacas suelen estar preñadas mientras se les ordeña, de ahí que la leche contenga hormonas como “el factor de crecimiento similar a la insulina-1 (IGF-1), estrógenos y progestina”.
La universidad señala que “las investigaciones sobre la leche suelen arrojar resultados contradictorios”.
Aunque se cree que la leche es un líquido vital para tener huesos fuertes, pues es una gran fuente de calcio, expertos como Cristopher Garner, científico de nutrición de Stanford, señalan que, aunque la leche puede mejorar la densidad de los huesos, “no es el factor más vital para la salud ósea”.
“Es mejor estar físicamente activo que beber leche como una forma de fortalecer los huesos”, señaló a la revista Stanford Medicine en 2018.
Por otro lado, su producción, así como la de sus derivados, no solo implica una gran cantidad de recursos, sino que además, produce una gran cantidad de metano, un potente gas de efecto invernadero.
Sin embargo, la universidad añade que su consumo puede ser beneficioso, especialmente los productos lácteos fermentados, como el yogurt.
El datoEl pez que alimenta a sus crías con 'leche'
Una característica esencial de los mamíferos es que producen la leche para sus crías, sin embargo, algunas arañas, anfibios e incluso peces pueden preparar secreciones muy parecidas a este alimento. El pez disco, por ejemplo, segrega una mucosa rica en proteínas y anticuerpos con la que sus crías se alimentan al nacer.
Lo que no es leche
No todos son tolerantes a la lactosa, es decir, sus organismos no están adaptados para digerir un tipo de azúcar que conforma a la leche de manera natural. Los malestares van desde calambres en el estómago, hinchazón, flatulencia, diarrea y náuseas.
Además, en los últimos años las personas han comenzado a dejar el consumo de alimentos de origen animal en rechazo a las implicaciones que tiene la producción y obtención de los mismos.
De ahí que las bebidas de origen vegetal se conviertan en una buena opción. No obstante, artículos como el publicado en la revista Food Research International, enfatizan que, “las bebidas vegetales no pueden considerarse una alternativa a la leche, sino un producto diferente, con entidad nutricional y funcional propia”.
Pueden estar hechas a base de soya, avena, nueces, almendras e incluso de algunos tipos de verduras. Al ser tan variado su origen, la Universidad de Harvard señala que el contenido nutricional también es muy amplio. De hecho, es posible que ciertas marcas contengan “más o menos nutrientes, dependiendo de si están fortificados o si se incluyen sabores o edulcorantes añadidos”, destaca.
Al respecto, el doctor Christopher Gardner advierte que algunas de ellas pueden estar “cargadas” de azúcares añadidos que resultan perjudiciales para la salud, de ahí la importancia de leer el etiquetado, por ejemplo, en su entrevista el especialista señaló que tanto él como su familia beben ‘leche’ de soya sin azúcar.
Uno de los posibles contras es que la mayoría de las bebidas vegetales tienen menos proteínas y calcio que las de vaca, según un estudio publicado en 2023. Los hallazgos, presentados en la convención estadounidense Nutrition, detallan que solo el 19 por ciento de 237 bebidas estudiadas lograron igualar e incluso superar a la leche de vaca.
Por otro lado, un estudio detectó que las bebidas de soya pueden contener mayor cantidad de proteína en comparación con otras, además de aportar ácidos grasos esenciales que el cuerpo necesita para el crecimiento y el funcionamiento del cerebro.
Las bebidas de arroz y avena son bajas en grasas y altas en hidratos de carbono (macronutrientes que son beneficiosos en dosis adecuadas). Además, todos aportan fibra dietética, aunque en pequeñas cantidades.
“Aunque las bebidas vegetales no se consideran sustitutos de la leche de vaca, su inclusión en el contexto de la diversificación de una dieta equilibrada puede aportar componentes funcionales de interés”, destaca el artículo.
Un grupo de investigadoras de la Universidad de Tecnologías Alimentarias de Bulgara y de la Universidad de Padua, Italia, señalan que algunas bebidas de origen vegetal han demostrado que “la disponibilidad de nutrientes puede ser suficiente para una dieta saludable”, como es el caso de las bebidas de soya.
En contraste, se debe prestar atención a algunas otras, como la de coco, que es la que contiene mayor cantidad de grasas saturadas.
¿Cuál es la mejor bebida vegetal en México?
En el país existen diversas marcas a elegir, la Profeco realizó un estudio recientemente para conocer si los productos de verdad cumplen con lo que ofrecen, así como la cantidad de nutrientes que aportan.
De los 43 productos analizados, al menos dos contienen menos soya de la que señalan los empaques, otros dos llevan edulcorantes, mientras que al menos seis de ellos aseguran contener más calcio del que de verdad aportan. Por otro lado, Ades, Silk sin azúcar así como Nature 's heart de soya son algunas de las marcas que igualan e incluso superan la cantidad de calcio que aporta la leche.
La Profeco recomienda a las personas que padecen hipertensión o alergias a algún alimento, consultar a un médico antes de consumirlas, ya que pueden contener sodio y alérgenos.
LHM