Durante el fin de semana el huracán Lorenzo alcanzó la categoría 5, la más alta en la escala de Saffir-Simpson, convirtiéndose en el de mayor potencia registrado en el océano Atlántico con vientos de hasta 250 kilómetros por hora.
Sin embargo, por la mañana el Centro Nacional de Huracanes (NCH, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos reportó que la velocidad de los vientos del huracán, ahora de categoría 4, había disminuido a los 185 kilómetros por hora, pero continuaba su trayecto hacia el Atlántico norte.
El centro meteorológico, ubicado en Miami, declaró que “Lorenzo es un huracán grande, con vientos extendiéndose hasta 80 millas (135 kilómetros del centro)”.
Se prevé que el centro de la tormenta tropical llegué este martes por la noche a las islas Azores, región situada al oeste de Lisboa, Portugal. Aunque se espera un debilitamiento gradual durante los siguientes días, las fuertes lluvias provocadas por Lorenzo podrían “causar inundaciones repentinas que amenacen la vida en el oeste de Azores”, pronosticó el Centro Nacional de Huracanes.
Estas condiciones se extenderán hasta el miércoles, e incluso podrían afectar algunas zonas de Irlanda y Reino Unido con torrenciales lluvias. Así mismo, los violentos oleajes generados por el huracán continuarán desplazándose hasta la cuenca del Atlántico norte.
“No se espera que el entorno que rodea a Lorenzo cambie mucho durante esta noche y, por lo tanto, la intensidad debería permanecer estable”, de acuerdo con el último boletín emitido por el Centro Nacional de Huracanes.
amt