Las bebidas energizantes han estado desde hace varios años bajo la lupa de médicos y nutricionistas no sólo por su bajo contenido nutritivito, sino también por su alta concentración de azúcar y cafeína bajo la "premisa" de reducir la fatiga y el cansancio, que pueden generar afectaciones al sistema nervioso y cardiovascular.
Las bebidas energéticas, que son consumidas principalmente por personas que expresan no tener suficiente energía o se cansan con frecuencia, pueden utilizar otras sustancias como la taurina, vitaminas del complejo B, ginkgo biloba y guaraná. Hace unos meses, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) reveló las bebidas con mayores cantidades de azúcar y cafeína.
Según la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), estas sustancias incrementan el estado de alerta al interferir con el proceso biológico del sueño, bloquean los receptores de adenosina y favorecen la liberación de catecolaminas, las hormonas producidas por las glándulas suprarrenales como respuesta al peligro y que estimulan la respuesta de combate, así como incrementar el pulso cardíaco y la circulación sanguínea.
Aunque su uso está "tolerado" en personas con buena salud física, pueden ser perjudiciales para quienes padecen hipertensión, diabetes, obesidad y enfermedades cardiacas, ya que causan vasoconstricción y potencian la actividad cardíaca, lo que puede elevar peligrosamente la presión arterial y provocar ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, así como aumentar los niveles de glucosa.
Además, está contraindicado en personas que tienen problemas de ansiedad, pues sus efectos pueden detonar ataques de pánico, estados de agitación y crisis nerviosas, así como empeorar el insomnio y otros trastornos del sueño.
Las personas sanas también pueden presentar estos efectos si exceden la cantidad recomendada de cafeína, es decir 400 miligramos al día. Los niños son quines pueden enfrentar una sobredosis de cafeína, que se mide por peso corporal, es decir, menos de 50 miligramos.
Otros riesgos, más asociados con el consumo frecuente que con la sobredosis, son las hipervitaminosis. Aunque se recomienda sólo su consumo ocasional, consumirlo de forma frecuente puede desencadenar en en varias enfermedades crónicas.
Los médicos siempre recomiendan otras formas naturales y saludables de incrementar la energía, como dormir mejor, hacer más ejercicio y mejorar la alimentación, así como acudir al médico para descartar cualquier patología que pudiera estar afectando el metabolismo.
dr