Si te ha tocado gritar a tus hijos para que dejen los videojuegos en más de una ocasión, sabes el grado de obsesión que puede llegar a causarles. Por años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estudiado este fenómeno y finalmente se decidió a clasificarlo como un desorden mental que incluirá en la próxima edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades.
No te preocupes, no todas las personas son susceptibles al trastorno por videojuegos aunque puedan jugar varias horas seguidas en algunas ocasiones. Pero no está de más conocer las señales que indican que jugar videojuegos se está volviendo un problema de salud.
TE RECOMENDAMOS: Xbox One, Swtich o PS4: antes de comprar una, compáralas.
- Jugar más de 25 horas a la semana.
- Respuestas emocionales intensas cuando no es posible jugar.
- Baja en el rendimiento escolar o laboral a causa del juego.
- Expresiones exageradas de euforia o ansiedad al jugar.
- Debilitamiento de los vínculos sociales e intereses generales fuera del juego.
- Cambio en los hábitos básicos, como higiene o alimentación.
- Problemas para dormir o despertar descansado.
La intención de la OMS es que los profesionales de la salud reconozcan que el trastorno por videojuegos puede tener consecuencias negativas, y en su informe, asegura que "la mayoría de las personas que juegan a videojuegos no tienen un trastorno, al igual que la mayoría de las personas que beben alcohol tampoco tienen un trastorno. Sin embargo, en ciertas circunstancias, el uso excesivo puede generar efectos adversos".
FM