De acuerdo a recientes investigaciones, estadísticas de 47 estudios en 2022 y aportes de la doctora Anita Visser de la Universidad de Groningen la salud bucal es fundamental. La relación con el cerebro es destacada, pues se ha descubierto que la inflamación crónica causada por enfermedades como la gingivitis no solo afecta la boca, sino que también puede causar neuroinflamación y contribuir al desarrollo del Alzheimer.
La higiene dental juega un papel fundamental. Estudios recientes sugieren que la salud bucal podría tener un impacto directo en el cerebro, aumentando potencialmente el riesgo de desarrollar demencia en el futuro.
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La mala higiene bucal se ha asociado con un mayor riesgo de numerosos problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer, artritis reumatoide y muerte prematura. Sin embargo, el estado de los dientes y encías puede ser vital para nuestro bienestar más allá de la boca y el cuerpo.
La enfermedad periodontal grave, que implica una inflamación crónica y daño a las encías y el hueso que sostienen los dientes, afecta a aproximadamente el 19 por ciento de las personas mayores de 15 años, es decir, a más de mil millones de personas en todo el mundo, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2022.
Aunque se necesita más investigación, estudios observacionales recientes han sugerido que la salud bucal puede ser un factor de riesgo modificable para el Alzheimer, el tipo más común de demencia. La pérdida de dientes y la mala salud bucal podrían estar asociadas con un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia.
Los científicos están investigando si la salud bucal se relaciona con la salud mental y han identificado dos posibles factores que podrían explicar cómo la enfermedad de las encías podría llevar a la enfermedad de Alzheimer: las bacterias y la inflamación.
Estudios han demostrado que la pérdida grave de dientes se asocia con un mayor riesgo de demencia, hasta 6,4 veces mayor que aquellos que perdieron menos dientes. Otros estudios también han encontrado que una mayor incidencia de pérdida de dientes se relaciona con un deterioro cognitivo.
Aunque la asociación entre la salud bucal y cognitiva aún requiere más investigación, la mayor tasa de problemas dentales entre las personas con demencia puede ser un síntoma más que una causa de deterioro cognitivo. Las personas con demencia tienen dificultades para mantener su salud bucal y tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades de las encías, lo que sugiere que la relación entre la salud bucal y cognitiva podría ser bidireccional.
La inflamación crónica en la boca puede extenderse al resto del cuerpo, lo que puede provocar inflamación en el cerebro y desempeñar un papel clave en el desarrollo del Alzheimer.
Actualmente, la profesora Anita Visser de la Universidad de Groningen está llevando a cabo un estudio longitudinal para recopilar datos de salud bucal de pacientes con deterioro cognitivo. Esta investigación busca obtener más información sobre cómo la salud bucal afecta el riesgo cognitivo.
JH