Mauricio Reyes
Marruecos pondrá en órbita el 21 de noviembre un nuevo satélite de observación, el segundo en poco más de un año, que permitirá mejorar la construcción urbana, el trazado de nuevas autopistas y ferrocarriles y reducir las consecuencias de los desastres naturales, entre otras actividades civiles.
Dicho sistema satelital, que complementa al Mohammed VI, lanzado el 8 de noviembre de 2017, tomará al día alrededor de mil imágenes de muy alta resolución y reducirá el tiempo de revisión.
"Esto abre el camino para una gama nueva de aplicaciones civiles. Muchos departamentos estatales y gubernamentales marroquíes, el sector privado y la comunidad de investigación también obtendrán acceso a datos de sensores remotos que les permitirán reducir costos y obtener independencia de los proveedores de imágenes satelitales", aseguró Tajjeeddine Rachidi, experto de la Universidad Al Akhawayn en la ciudad marroquí Ifrane.
Según el doctor en sistemas de nanosatélites, se trata de un "salto gigantesco" hacia la construcción de políticas públicas basadas en datos que estimularán la innovación para nuevos servicios y productos de valor agregado y el desarrollo de más investigaciones nacionales.
El Mohammed VI B despegará desde la base espacial de Kourou, en la Guyana francesa, en una operación realizada por Arianespace, mediante el lanzador europeo Vega. Ambos satélites pesan más de una tonelada y tienen forma hexagonal.
"Al igual que su predecesor, el Mohammed VI B también orbitará la Tierra a una altitud de 696 kilómetros a lo largo de una órbita polar sincrónica al Sol con una inclinación de -98 °, es decir, una inclinación diametralmente opuesta a Mohammed VI A. Ambos tienen una misión de cinco años. El centro de mando, control y telemetría también es el mismo para los dos y está ubicado en Rabat", comentó Rachidi.
La empresa Airbus France fue la encargada de construir la plataforma, así como los equipamientos a bordo y los procesos de integración del satélite, mientras que su sistema será administrado por ingenieros y técnicos marroquíes.
Rachidi negó que este dispositivo ayudará a combatir el tráfico de drogas, la migración y el terrorismo, ya que estas actividades de inteligencia requieren una constelación de satélites mucho más grande para rastrear los movimientos de las personas.
Precisó que la configuración actual de Mohammed VI A y B está lejos de esa situación, además de que las misiones estratégicas sólo son efectivas cuando se apoyan con capacidades gigantescas en el terreno, que van más allá del presupuesto de Marruecos, o la visión geopolítica en la región, en gran parte marcada por las tradiciones y el desarrollo conjunto de los "buenos vecinos" de Marruecos.
Los satélites estarán bajo supervisión de la Agencia Nacional de Conservación de Tierras, Catastro y Cartografía y del Centro Real de Teledetección Espacial, basados en inmediaciones del aeropuerto de Rabat.
VJCM