Martha Isabel 'Pati' Ruiz, la guardiana de los bosques mexicanos

'Pati' es directora del Grupo Ecológico Sierra Gorda, proyecto que desde hace más de 3 décadas protege esta reserva natural ubicada en Querétaro; conoce su historia, sus luchas y su amor por los árboles.

Ganadora del Premio al Héroe Mexicano que otorga Global Citizen Prize. (Grupo ecológico Sierra Gorda)
Ciudad de México /

Hace más de 30 años, Martha Isabel Pati Ruiz Corzo cayó en cuenta que la vida que llevaba en la ciudad de Querétaro como violinista, maestra de música y madre de familia no la satisfacía; veía a la gente a su alrededor y se preguntaba: “¿Por qué voy por el mismo camino?”. Platicó varias veces con su esposo, Roberto Pedraza Muñoz, sobre qué hacer ante esta insatisfacción, considerando que ambos se sentían preocupados porque uno de sus hijos había sido diagnosticado con asma.

Entonces, buscando salud “lejos de la farmacopea actual”, queriendo “ser útil en la vida”, deseandodejar la orfandad del concreto para volver a conectar con la Madre Tierra y, sobre todo, anhelando un camino propio, la pareja decidió dejar las cotidianidades sociales y las afinidades con los centros comerciales para vivir entre los árboles: en la Sierra Gorda.

Ya no quisimos, ni mi esposo ni yo, ser modernos. En Querétaro era queretanísima, toqué en una Orquesta de cámara toda mi vida, maestra de música, con el manual totalmente adoptado, pero de repente dice uno: '¿Qué más es la vida?'. Segura de que había otra forma de vida más satisfactoria, quemamos nuestras naves y nos vinimos a vivir a una comunidad que entonces era remota: no teníamos camino, no teníamos luz, bajamos como mulas cargadas con unas mochilotas. Aprendimos a disfrutar la vida de otro modo y entonces fuimos muy felices”, revela la activista.

Sierra Gorda

El Grupo Ecológico Sierra Gorda (GESG), fundado por Pati en 1987, señala en su página web que esta zona natural ubicada en Querétaro, perteneciente al Programa Hombre y Biósfera (MaB) de la UNESCO, abarca 383 mil 567 hectáreas, el equivalente al 32 por ciento del estado

"En Sierra Gorda hemos recuperado miles de hectáreas; tenemos miles más de bosque que las que teníamos hace 30 años, en contra de la tendencia nacional", señala Ruiz sobre su iniciativa, dedicada a proteger la vida en las montañas de la región.

La reserva se compone de diferentes ecosistemas: desde matorral xerófilo hasta bosque de niebla, sin olvidar la selva baja caducifolia que cubre las partes bajas de la Sierra. Además, posee una fauna abundante: cobija 110 especies de mamíferos, 342 tipos de aves, 800 variedades de mariposas, 97 de reptiles, 27 de peces y 34 de anfibios.

"Empezar a darse cuenta de esa relación y provisión amorosa de la naturaleza le hace mucha falta al hombre moderno, que creció en un centro comercial. En estos momentos, donde la crisis ecológica le está pegando a todo planeta, tenemos que volver nuestros ojos con cuidado y con responsabilidad a la Madre Tierra", asevera la guardiana de los bosques.

Guardiana de los bosques

Pati reconoce que la vida en la Sierra la ha hecho priorizar "valores muy diferentes" a los de alguien que vive en la ciudad. ¿El principal? "Ser muy útil, yo quiero conjugar el verbo dar", asegura.

"Nos hemos acostumbrado a que tenemos todo dado; somos unos hijos, desobligados, que negamos nuestra relación con la tierra siendo que ella nos mantiene, nos sostiene con tantos privilegios de amor".

Por eso desde que la activista dejó la vida citadina y sintió la "energía regenerativa" de la naturaleza, decidió retribuir todo lo que ésta le ha dado convirtiéndose en una guardiana de los bosques.

"Lucho porque el concepto de regeneración de la naturaleza entre en las cabezas; no tenemos que andar reforestando, eso es del pasado, es una medida que no funciona... 25 años de mi vida me dediqué a plantar e hice puras idioteces. Mi aprendizaje es que eso ya no funciona porque ya ni siquiera llueve, no sabemos cuándo va a estar bien mojado", afirma.
"Además, un bosque natural tiene otro nivel creciendo, que se llama sotobosque; de ahí son las medicinales, las frutillas, arbustos, ahí se refugia la fauna. Los puros árboles parados nada tienen que ver con la vegetación que se genera en un bosque que naturalmente se está recuperando", agrega.

La también ganadora del Premio al Héroe Mexicano 2020, que otorga Global Citizen Prizeseñala que lo vital para los bosques mexicanos es dotarlos de una valor económico (verlos como infraestructura) y abordarlos con prácticas regenerativas (pastoreo planificado, parcelas con medidas orgánicas, turismo comunitario).

"Si a toda la infraestructura se le da mantenimiento, la naturaleza es pura exploración; nunca la hemos visto como una infraestructura, pero lo es, sólo que su belleza, tan lejos de nuestro concepto de infraestructura, no nos permite verla así", subraya.
"Sin árboles, no hay recarga; puede haber presas, puede haber tubos, puede haber obras faraónicas, pero si no atendemos la recarga hidrológica... México es un país sediento. (...) Estamos viviendo un colapso de las fuentes de agua y es muy grave, y todo porque hemos acabado con los bosques; los bosques atraen, capturan, infiltran. Una ingeniería de la Madre tierra que deberíamos vivir agradeciendo y con asombro".

Adversidades y esperanza

El camino de Martha Isabel a favor de la naturaleza no ha sido fácil, pues aunque tiene gran prestigio a nivel mundial y ha recibido el apoyo de muchas instituciones, esto no la exenta de vivir situaciones complicadas, como la ocasión que desarrolló una metodología facilitada en pos de aterrizar el Protocolo de Kioto a lo local... que fue desechada por los evaluadores.

"Me tomó 3 años preparar seiscientos y tantos expedientes de amigos con personalidad duendeun dueño de los bosques es como un duende: no tiene CURP, no tiene título de propiedad, registro en Hacienda o Seguridad social, y eso lo deja fuera de estos mecanismos globales -, pero los evaluadores me echaron para abajo mi castillo de naipes".

Pero ante este tropiezo, la ambientalista no se desanimó, sino que buscó cómo implementar su proyecto y encontró apoyo con el gobierno queretano durante el mandato de José Eduardo Calzada.  

"Le pedí permiso de tropicalizar Kioto en lo local y tenemos un modelo Querétaro de Acción Climática a Nivel de Gobiernos Estatales... Para contribuir a romper la inercia climática hay que activar a los Gobiernos de los Estados, asumir sus recursos naturales, porque al fin y al cabo los boques de San Luis Potosí, de Querétaro o de Chihuahua son sus fuentes de aprovisionamiento".

Y tras el gozo y la pesadumbre que ha vivido en sus más de 30 años defendiendo los bosques, Ruiz Corzo tiene claro su mayor anhelo: "Una ola de participación de la sociedad rural". Y no pierde la esperanza de que las cosas mejoren.

"Tengo mucha esperanza, acompañada por la urgencia. Eso me va a abrir la puerta, porque tenemos una idea desarrollada, muy bien justificada y yo quiero que los bosques de México se recuperen".

Claves

Gerente de la abundancia

Dejé de contar monedas de cobre y me volví un gerente de la abundancia; para mí eso vale mucho más que tener la ilusión de que eres muy rico y no tienes nada. Yo puedo sentir esa maravilla de la naturaleza y algo dentro de mí es un voltímetro que se sube y baja, porque también puedo medir y agradecer mucho el amor que está entretejido en todo: cuando le hinco el diento a un mango, salgo y huelo los floripondios, o llega el jilguero en la tarde y rasga la atmosfera.

Hijos

Ellos crecieron admirando la naturaleza, por eso hoy día los dos son adultos ya macizos y dedicados a la causa: Mario adoptó un modelo de autosuficiencia y es muy trabajador; ahí anda de agricultor, de profe de caballo, hace quesos. Roberto es un fotógrafo de naturaleza con un conocimiento social y del territorio y muy grande.

A las nuevas generaciones

Tengan el valor de darse cuenta que el mundo que conocíamos ya se fue. Al planeta no le cabe más pena y más dolor. Sean muy inteligentes y visionarios; opten por una vida simple, llena de satisfacciones, por una vida de servicio. No es lo mismo vivir que honrar la vida, y opten por honrar la vida, seguir generando bien común. Conecten con la naturaleza para que no anden por ahí de huérfanos: tenemos a nuestra mamá adorada y tenemos a nuestra mamá ignorada, la naturaleza.


yhc

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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