Medicamentos como la aspirina, el ibuprofeno, el tylenol o naproxeno, que se consumen de manera prolongada pueden provocar una pérdida parcial o total de la audición.
“Hay medicamentos y gotas que son tóxicos para el oído”, alertó la doctora Cecilia Espinosa, otorrinolaringóloga y especialista en implantes cocleares.
En entrevista para MILENIO, la especialista recalcó algunas de las razones por las que alguien puede perder la audición, entre ellas los llamados “medicamentos ototóxicos”, que son aquellos que tienen la capacidad de dañar las células del oído provocando problemas de audición o equilibrio, de manera parcial o total.
“Otro factor que puede llegar a ser más inmediato (en la pérdida de la audición) es la exposición a medicamentos, hay medicamentos que son tóxicos para el oído, tanto tomados como en gotas”, señaló.
En México, según datos de la Secretaría de Salud, hay 2.3 millones de personas sordas, ya sea por causas congénitas, la constante exposición a ruidos y “desafortunadamente” por infecciones de garganta que no se tratan adecuadamente.
Este tipo de medicamentos afectan primero a las frecuencias más altas, es decir a los sonidos agudos y que el paciente puede identificarlo con el “escucho, pero no entiendo”, en donde el paciente puede cambiar algunas letras por otras o contestar algo que no se le preguntó.
Ana Karen Grandini, presidenta de la Asociación de personas sordas de México, “Sublime Expresión” A.C, quien es una persona cuya sordera fue causada por el suministro de amikacina intravenosa a causa de rotavirus.
La historia de Ana, empezó a los dos años de edad cuando fue hospitalizada por lo que se pensaba que era una gripe, el doctor le informó a su familia, que se trataba de rotavirus. El tratamiento que recibió consistió en amikacina intravenosa, pero ni ella ni su familia fueron informados por el médico de los efectos secundarios de este medicamento.
A muy temprana edad, Ana Karen entró al mundo de la discapacidad auditiva y tras muchos intentos por recuperar la audición, decidió vivir a través de sensaciones y lenguaje de señas.
“Mi familia se enojó mucho, estuvo muy molesta (…) mis padres no estaban acostumbrados a esto y obviamente se preocuparon mucho, pero lo mejor que pudieron hacer fue ayudar en el desarrollo de mi sordera”, comentó.
Los medicamentos ototóxicos pueden clasificarse en tres ramas, los de venta libre, algunos antibióticos y los medicamentos utilizados en quimioterapias.
Algunos antiespasmódicos como la buscapina, aspirina, ibuprofeno o tylenol que se consuman de manera prolongada, puede generar problemas de audición, al igual que la amikacina, gentamicina o estreptomicina que son algunos de los antibióticos más recetados por doctores.
De igual forma algunos diuréticos como la furosemida; anticonceptivos como la medroxiprogesterona o medicamentos que funcionan como agentes antitumorales como el cisplatino, bleomicina, misonidazol, entran en esta lista con más de 50 medicamentos que pueden generar sordera.
“El problema no es el consumo de estos medicamentos, sino cuando estos empiezan a ser recurrentes o pacientes que ya toman muchos medicamentos por alguna enfermedad que tengan de base (y) entonces recurren a automedicarse cosas que pudieran generar interacciones”, señaló la doctora Espinosa.
Por eso es esencial que cualquier medicamento sea guiado por un profesional y lo importante que es no automedicarse.
La ototoxicidad dependerá de la susceptibilidad de cada persona, es decir que no van a provocar en todos una falla, existirán pacientes que tendrán a ser más “vulnerables” y perderán la audición en cuanto reciban la dosis.
La doctora Cecilia Espinosa añadió que también existe una neurotoxicidad, es decir, que habrá medicamentos que no dañen propiamente el oído, pero sí la vía auditiva central, esto es el camino del sonido al cerebro.
Si un paciente ya cuenta con problemas de audición es importante que le haga saber a todos sus doctores para poder evitar la indicación de este tipo de medicamentos, así como la rápida atención ante este tipo de problemas.
Por último, la doctora Espinosa subrayó lo importante que es generar una cultura alrededor de esta discapacidad, “la invitación es a que sean más pacientes sean conscientes con sus familiares con problemas auditivos (…) y si ya vieron que un familiar le sube mucho a la tele o cambia unas cosas por otras, de la manera más amable y amorosa proponer ir con un especialista”.
MO