La medicina tradicional es una disciplina que en los últimos años presenta un repunte, pues contrario a lo que pudiera pensarse, en la zona Tula-Tepeji cada vez son más las personas que recurren a esta disciplina ancestral en épocas como la de la pandemia.
Moisés López, es un fisioterapeuta con algunos conocimientos de medicina tradicional, quien señala que se adentró este mundo al pertenecer a una familia que recurría a esta disciplina medicinal; “vivir en un pueblo con una familia con una tradición de ser gente de campo, de pueblo, me acerco a ello”.
En su infancia y adolescencia era común que sus familiares recurrieran a los tés, a las hierbas, a la medicina tradicional, y aunque no aprendió directamente esta disciplina de sus familiares o parientes que la practicaban, si fue un parteaguas para luego acercarse de manera profesional a ello.
Relata que llegó a la Universidad de Chapingo y por ello buscó la formación en herbolaria en dicha casa de estudios, pero por azares del destino no se concretó el taller, y le ofrecieron el de la fisioterapia.
La Universidad ofrece mucho en esta materia, dice, y recuerda que la institución cuenta con un Congreso internacional de medicina tradicional, curanderos, chamanes y médicos tradicionales, en los cuales ha participado, obteniendo conocimiento, pues es deseable, dice, contar con adecuada preparación para brindar el servicio.
Luego en el pueblo de Ocampo, en Atotonilco de Tula, continúa a diario su conocimiento, sobre el uso de las plantas con fines medicinales; cuenta que en algún momento organizó junto con algunos especialistas un tour en la comunidad, para identificar plantas con aplicaciones medicinales.
Admite que en aquella ocasión pensó que tendría que recorrer una vasta extensión para hallar las plantas; no obstante, dice, apenas y recorrieron algunos metros y encontraron dos predios baldíos, en donde encontraron una gran variedad de plantas, y ahí pasaron toda una tarde, identificando plantas y explicando sus usos en la medicina tradicional.
Moisés López ha participado en distintos eventos con rituales prehispánicos, con fisioterapia, y también con medicina tradicional. “He aprendido sobre el uso de las plantas; hay mucha riqueza de plantas”.
Reconoce que cualquiera puede curar bajo esta modalidad, “todos tenemos el don de curar, sólo es cosas de proponérselo”, pero acotó que la Comisión Federal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris), ante el auge nuevamente de la medicina tradicional, está interviniendo, para evitar la proliferación de los productos milagro.
La gente que recurra a la medicina tradicional debe tener cuidado de los producto que consume, pues hay quienes promueven productos milagro, mismos que pueden poner en riesgo a la población, basándose en engaños, dice.
Cada médico tradicional cuida su trabajo, pues sabe que de ello depende la confianza que la población tenga en ellas; confiesa que se debe hacer buen uso de las plantas, pues sino puede producirse un daño.
Moisés López reconoce que hay un apogeo de la medicina tradicional, pues en la actualidad la población no quiere acudir con médicos convencionales; ante este repunte en la búsqueda de los servicios, se está buscando difundir la medicina tradicional, y en el caso de Atotonilco de Tula, han contado con buena respuesta, dice.
Los costos varían, pues hay quienes como él, buscan ofrecer precios accesibles, pero hay quienes ofrecen un servicio específico más tratamientos, con lo cual incrementa el precio.
Uriel Vera Ramírez, titular de Cultura y Derechos Humanos en la alcaldía de Atotonilco de Tula, considera que es importante retomar esta disciplina ancestral, pues de esta manera se establece una reconexión con los antepasados.
El funcionario local, quien en conjunto con el área de Salud, el Museo Comunitario Atotonilli y la asociación de medicina tradicional de Ajacuba, han organizado dos ferias de medicina tradicional en Atotonilco, resalta que es de suma importancia “rescatar nuestras tradiciones y la cultura tanto en el municipio como en la región, dado que esto es ancestral, nos han dejado esa enseñanza y de ahí rescatamos toda esa parte de la planta y sus propiedades curativas”.
La alcaldía de esta demarcación se planteó como uno de los objetivos promover este tipo de actividad, dice, pues insistió en que es indispensable en estos tiempos “rescatar nuestras tradiciones, rescatar nuestras medicinas tradicionales, lo que podamos y se pueda apoyar aquí en el municipio y darle otra vez el auge que necesita”.
En las ferias realizadas en la demarcación se ofreció “apiterapia, temazcal, talleres de fajas reductivas, medicina tradicional, fitoterepia -que es el tratamiento de médico de algunas enfermedades basado en el uso de plantas y sustancias vegetales”.
Recuerda que se efectuaron dos ferias de este tipo antes de la contingencia sanitaria por la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad covid-19; en planes se encontraba la tercera feria de medicina tradicional, pero se tuvo que posponer tras la indicación del gobierno federal para evitar eventos masivos.
La logística para dicha feria ya se encontraba lista, e incluso en esta ocasión se había contemplado el auditorio municipal como la sede del evento, para albergar a más exponentes, y tener mayor comodidad.
El funcionario refiere que se pretendía un evento con una buena asistencia, pues tan solo en la última feria se registraron 2 mil asistentes, cifra que se pensaba duplicar, con más actividades y días; sin embargo, la pandemia obligó a las autoridades a suspender el evento, mismo que no se llevará a cabo, al menos en la presente administración.
Por su parte, Felipe Miguel Sánchez Ahedo, representante de la asociación civil Medicinas alternativas Ajacuba, misma que desde hace años labora en la promoción de este tipo de eventos en la entidad, refiere que “la feria de la planta medicinal es consecuencia de la preocupación que se ha dado en varias personas de ver como a diario hay mucha gente con diferentes enfermedades, y a veces la medicina alópata no nos da lo que requerimos”.
Dice que actualmente hay muchas plantas que se están perdiendo; “vemos con tristeza que muchas plantas medicinales se van perdiendo y otras tantas se las llevan extranjeros del país cuando son oriundas de México”.
En este aspecto considera que es fundamental impulsar los esfuerzos por rescatar el uso de las plantas medicinales. Apunta que estos esfuerzos se traducen en que cada vez más personas hagan uso de las plantas medicinales.
“Estamos induciendo a que la gente regrese a nuestros tiempos ancestrales, los grandes laboratorios están incluyendo muchas plantas medicinales y eso da gusto”.
El éxito de la medicina tradicional es tanto, subraya, que en el caso de Ajacuba se busca crear una farmacia viviente; “esperamos que en breve se pueda tener una farmacia viviente en Ajacuba, estamos trabajando para crearla, ya tenemos al asesoría del IPN y esperamos que no sólo en Ajacuba sino que en otras latitudes se repita”.