Ningún implante coclear que sea colocado sin que de la mano se impulsen terapias psicológicas, de desarrollo de lenguaje y de capacitación para la familia, servirá. Menos aún si se descarta que al paciente se le debe instruir, como parte de sus derechos humanos fundamentales, en el lenguaje de señas.
Así lo estableció Cristina Arriaga Garibay, directora del Instituto Lagunero de la Audición y el Lenguaje, quien dijo que se debe trabajar con los niños pero también con sus familiares.
"El problema de la SEP es que en mi discapacidad al niño sordo lo toma como un niño con problemas de lenguaje. Cuando a él le enseña en la universidad en educación especial, al niño sordo no te lo va a manejar como tal, te lo va a manejar para terapia de lenguaje para que oralice y aprenda a leer los labios y terapia de lenguaje".
Arriaga Garibay dijo que en el mismo sentido, se impulsan los auxiliares auditivos o implantes cocleares que se necesitan, pero los médicos lo primero que les dicen a las familias tras el implante es "cero señas", porque luego no quieren hablar.
"Cuando el gobierno hace una campaña enorme de implantes cocleares, ¿le digo una cosa? Ninguno va a tener éxito, porque hay un requisito fundamental para implantar a un niño sordo, y es su estatus económico. Una persona de escasos recursos no puede… tiene que haber un equipo multidisciplinario: psicólogo, mamá, maestro y el que le puso el implante. Aquí también debería ser el lenguaje de señas pero ellos no lo permiten”.
En resumen dijo que no se trata de una condición de discriminación, sino de poder adquisitivo y las personas de escasos recursos no procurarán la atención psicológica, sin contar con que el aparato necesita de pilas, mismas que son muy caras.
El candidato deber ser no mayor de tres años con un padecimiento de sordera profunda, y en el caso de los lineamientos que se fijan en los Estados Unidos esta cirugía debe hacerse a meses de edad.
“¿Cuánto te gusta que el gobierno va a poder apoyarlos; a llevar a la mamá a las terapias, a llevarlas al psicólogo… ningún gobierno sabe lo que es la discapacidad auditiva, no lo saben y por eso estamos tan atrás en el apoyo a la discapacidad auditiva. Hay que educarlos”, finalizó.