Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Chiapas, retiraron a Gabriela, de 50 años, un tumor uterino, del tamaño de un balón de futbol soccer, “tenía una dimensión de 30 centímetros y un peso por arriba de los tres kilos”.
El tumor impedía a la mujer moverse, además de que contaba con molestias y afecciones constantes que ponían en riesgo su vida.
Por las molestias del crecimiento del mioma uterino, la paciente acudió a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 25 para ser atendida por su médico familiar, quien, tras constatar con estudios la presencia de la tumoración, la derivó al Segundo Nivel de Atención donde le practicaron otros estudios para determinar el tipo de cirugía que se le practicaría.
La cirugía de extirpación se llevó a cabo en el Hospital General de Zona (HGZ) 2, en Tuxtla Gutiérrez, en la que participó un grupo multidisciplinario de especialistas, encabezados por José Rafael Vargas López, médico gineco obstetra, adscrito a dicha unidad médica.
El especialista Vargas López destacó que a la paciente, originaria de la capital chiapaneca, se le practicó una histerectomía abdominal para retirar el mioma uterino, el cual, por su dimensión, ocupaba gran parte de su anatomía,
“Valoramos a la paciente y nos impactó el tamaño de la tumoración y la rapidez con la que crecía. Fue una cirugía compleja; nos llevó más de dos horas. Nos preocupaba no causar lesión en el útero e intestino, por lo cual el equipo que ingresó al procedimiento fue multidisciplinario”, expresó el especialista.
El procedimiento, agregó, consistió en extraer completamente el tumor que “tenía una dimensión aproximada de 30 centímetros, con un peso por arriba de los tres kilos”.
La señora Gabriela, quien es asesora de ventas de una destacada empresa de autotransportes, contó que su vida diaria era compleja debido al tamaño de la tumoración, pues no podía realizar movimientos e incluso dormir era complicado.
“Parecía que tenía un embarazo de seis meses por el tamaño del tumor. Fue creciendo muy rápido y me causaba muchas molestias. Después de los estudios tuve miedo porque nunca me habían operado en la vida y ahora era una cirugía complicada, pero agarré confianza cuando platiqué con el doctor y me explicó tranquilamente el procedimiento”, mencionó.
“Me siento diferente, ya no tengo una bola en el abdomen. Mis compañeros y familiares se van a quedar sorprendidos porque estaban acostumbrados a verme abultada del estómago y ya no tendré dolor al moverme”, dijo.
LG