El gobierno de México insiste en impulsar el revestimiento del río para que el Valle de México y su zona metropolitana descarguen sus aguas en la región de Tula, en lugar de proponer acciones para el tratamiento integral de esas descargas en la propia zona metropolitana, evidenció René Romero, integrante de la red de consciencia ambiental “Queremos vivir”.
El ambientalista recordó que la zona de Tula vive una emergencia ambiental y sanitaria, lo cual las propias autoridades federales han reconocido y por ello consideró necesario que no se acumulen más impactos negativos para el área.
No obstante, acusó que el propio gobierno de México está impulsando el proyecto para el revestimiento del río Tula, el cual, dijo, contempla en esta etapa la tala de 3 mil árboles, algo que “contraviene a la propuesta que nosotros hemos impulsado para la restauración integral del río Tula; ellos como gobierno siguen contemplando el proyecto al que nos hemos opuesto, ahorita creo que sólo van a trabajar en la zona urbana de Tula”.
Sin embargo, manifestó que estos trabajos “van a dar pie a que más adelante quieran ellos seguir con los trabajos en el río de las obras de protección contra inundaciones ante la descarga del Túnel Emisor Oriente (TEO); ellos siguen con el proyecto de descargar el volumen adicional en el cauce del río Tula, a lo que nos oponemos y creo que la sociedad también a raíz de la inundación ha manifestado su inconformidad con que la Ciudad de México descargue sus aguas residuales en el río Tula”.
Romero externó que según la información a la que han tenido acceso, los trabajos en el río Tula se desarrollan del puente Metlac al puente de las Tres culturas, en los cuales “se considera derribar vegetación, conformar bordos artificiales y también se está hablando nuevamente del revestimiento con concreto, lo cual va en contra de la propuesta comunitaria-social que estamos impulsando”.
Dijo esas obras únicamente trasladarán el problema que el Valle de México le confirió a Tula, hacia las comunidades que están adelante de la presa Endhó; pero además sostuvo que el revestimiento del río Tula no es una opción viable para evitar inundaciones y daños, pues por el contrario aumentaría la velocidad de conducción del agua, al retirarle objetos que pudieran frenar la velocidad y la fuerza de la corriente.
Y afirmó que lo que los ambientalistas plantean “que la gestión integral se tiene que hacer en la cuenca del Valle de México, para que se reduzcan los volúmenes y la contaminación del agua que se conduce por el sistema de drenaje profundo de la ciudad de México”.
Pero además es importante, dijo, regular las sustancias que se transportan en los caudales, pues algunas son muy contaminantes y no se pueden tratar.
El ambientalista pidió al gobierno de México reconsiderar su posición respecto al Río Tula, impulsando su restauración y preservación y apostar por el tratamiento de las aguas residuales en el propio Valle de México.