La estrategia más eficaz para conservar y lograr la restauración del bosque La Primavera está afuera de él, con la creación de una zona de amortiguamiento y transición que tome en cuenta a las 25 poblaciones que se establecieron a sus alrededores. Así lo considera la asociación civil Anillo Primavera.
Su presidenta, y profesora del ITESO, Sandra Valdés, presentó ayer el panel “Diagnóstico preliminar y estrategias de restauración ecológica post incendio en el Bosque La Primavera”.
“La ventana de oportunidad para la conservación del Bosque La Primavera se nos empieza a cerrar debido al crecimiento de la ciudad, ya que la mayor parte de las amenazas al bosque surgen de las presiones generadas por el crecimiento urbano”, afirmó.
La estrategia propuesta por Valdés trae consigo cinco acciones urgentes: el pronunciamiento para la conservación de los corredores biológicos; veda de fraccionamientos en el perímetro del bosque para bajar la presión inmobiliaria que se ejerce sobre el área natural protegida; regulación de actividades agroindustriales en torno al bosque que reduzca las presiones que ejercen tanto los corredores tecnológico industriales al norte del bosque como los invernaderos en el sur; armonizar las herramientas de ordenamiento territorial vigentes; y la regulación de las actividades recreativas al interior del área natural protegida del bosque.
Además, la profesora del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano, destacó importante el desarrollo de un estudio dentro del área natural protegida del bosque, sobre capacidad de carga para, entender así cuáles son las actividades y cuántas personas pueden ingresar al bosque antes de afectarlo. “Ese estudio no existe y se siguen autorizando actividades recreativas al interior del polígono”, lamentó.
Recuperación
Estudiantes del ITESO llevaban a cabo un estudio sobre cuánto carbono estaban capturando los árboles que están en el predio de la universidad, en La Primavera, sin embargo, el proyecto se perdió con el incendio del pasado 11 de abril en la zona. La universidad constantemente realiza trabajos de restauración, desde 2008 en espacios que en los que hoy quedan cenizas, troncos y líneas blancuzcas donde estaban las barreras que impedían la erosión del suelo.
Hugo de Alba, profesor del Departamento de Procesos Tecnológicos e Industriales (DPTI), detalló que el tipo de precipitaciones que hay en la región, donde cae mucha agua en poco tiempo, hace que los suelos sean vulnerables a la erosión.
SRN