El área natural protegida de Cerro Viejo-Chupinaya-Los Sabinos es una zona que cuenta con apenas siete años bajo amparo del decreto que reconoce su estatus e importancia ecológica en Jalisco.
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Denominada como área de protección hidrológica abarca más de 30 mil hectáreas y comprende municipios de Chapala, Ixtlahuacán de los Membrillos, Jocotepec y Tlajomulco de Zúñiga.
La mayor parte de su extensión se ubica en Tlajomulco e Ixtlahuacán, uno de ellos parte del área metropolitana de Guadalajara.
En esta área natural se registran hasta 509 especies de fauna, en su mayoría aves y mamíferos. Entre estos la chachalaca mexicana, cacomixtle, puma, mapache, murciélago y venado cola blanca, por mencionar algunos.
En Tlajomulco, las autoridades municipales suelen realizar liberación de especies silvestres que por alguna razón terminan en custodia de la autoridad. Es así que se han integrado animales como serpiente, lince, tlacuache, entre varias decenas más que se acumulan en el año.
En cuanto al patrimonio histórico, en los municipios hay destacada arquitectura religiosa en Ixtlahuacán de los Membrillos, pero en este municipio el decreto del área natural también da cuenta de restos de una pirámide prehispánica. En construcciones religiosas se menciona la Templo Parroquial de Santiago Apóstol, entre algunas más.
En Jocotepec se encuentran la parroquia Señor del Monte y la parroquia de Zapotitán de Hidalgo, que se encuentra ubicada en el casco de una exhacienda del siglo XVIII.
En Chapala, se hallan las ruinas de la torre de la iglesia de San Antonio Tlayacapan, construida en el siglo XVI, también destaca su parroquia del S. XVIII.
SRN