La fuga en ductos y poliductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que derramó petróleo y otras sustancias sobre cultivos de la zona, así como en los canales de riego son una gran problemática para la región del Valle del Mezquital por el daño al medio ambiente, consideró René Romero Rivera, presidente de la red de Consciencia ambiental Queremos vivir.
“Son un problema grave los derrames que se registran aquí de petróleo, de combustóleo, de gasolina, que también había cuando picaban los ductos y se escapaba el combustible a las zonas de riego, a los cultivos, y creo que eso se añade a toda una serie de sustancias tóxicas que se vienen vertiendo de forma usual al agua residual”, detalló.
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De acuerdo al ambientalista estos incidentes requieren una labor exhaustiva para el análisis de la tierra y determinar el grado de afectación para que Pemex se haga cargo de la indemnización, y con ello los productores puedan recuperar esas tierras dañadas tras el último incidente.
Pero además, dijo, en este caso específico “se tienen que revisar los protocolos de cómo están trabajando los técnicos de Pemex, y que expliquen cuál era la maniobra que estaban haciendo en el ducto”.
Romero Rivera subrayó que “estas situaciones deben hacer cada vez más consciente a la población del Valle del Mezquital sobre los impactos ambientales a los que estamos expuestos, porque aquí hay una refinería, está Comisión Federal de Electricidad (CFE), que produce energía con base en hidrocarburos, y está el riego con agua residual”.
Debate sobre riego con agua residual
El ambientalista consideró que el derrame de petróleo en los canales Endhó y principal Requena es la oportunidad para promover el diálogo y participar con mente abierta en un debate sobre el uso del agua residual para el riego de cultivos.
“A mí me parece que es la oportunidad para que los vecinos que van a pedir el saneamiento de sus tierras también vean el aspecto del agua residual, porque creo que no se ha abierto en Tula un debate como se lo hemos propuesto a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sobre ese tema: agua residual y agricultura, y en el que participen todos los actores que están involucrados: campesinos, vecinos de la ribera de la presa Endhó, ambientalistas”.
Sostuvo que “al principio de la lucha como asociación por el tema del río Tula tuvimos acercamiento con algunos productores, con líderes campesinos de aquí de la zona, pero ellos sí tienen muy arraigada la idea de que el agua negra es más productiva”.
La Semarnat –dijo– es la dependencia que tiene que “presentar bien un proyecto de acuerdo a lo que ellos requieren para sus cultivos, y a lo que nosotros pedimos como sociedad civil con respecto al impacto a la salud de la contaminación tóxica que se vierte al agua residual que se utiliza en sus cultivos”.
Y es que, destacó, “el secretario de Medio Ambiente, igual que la de Conacyt, son promotores de la agroecología, y dentro de ese sistema agroecológico obviamente no entra el uso de agua residual porque trae muchas sustancias tóxicas”.