En el mundo, las mariposas juegan un papel fundamental en la preservación del ecosistema. Tamaulipas es hogar de una diversidad impresionante de especies de mariposas, cada una con un rol crucial en la naturaleza. Estos delicados y coloridos insectos no solo añaden belleza al paisaje, sino que también son esenciales para la polinización de muchas plantas y el mantenimiento de la biodiversidad.
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Una investigación reciente de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), liderada por el Dr. Edmar Meléndez Jaramillo, reveló la existencia de 195 especies de mariposas en la Sierra Chiquita. Este descubrimiento representa un 40% de las especies registradas en el estado y un 10% de las registradas en todo México. Las zonas más ricas en diversidad se encuentran en las elevaciones más bajas, como el bosque ripario y la selva espinosa, aunque también se encontraron especies exclusivas en vegetaciones más altas, como el bosque de pino-encino.
Entre las especies más destacadas que se pueden encontrar en Tamaulipas se encuentran la mariposa pinocho, la cara de perrito, la reina, la emperatriz, la organillo, y la azufre.
La mariposa Pinocho es conocida por su trompa larga y su coloración discreta. Su fase larval se caracteriza por orugas verdes con poco vello. Por otro lado, la mariposa cara de perrito tiene un patrón en sus alas que, con algo de imaginación, recuerda el perfil de un perro. Esta especie presenta dimorfismo estacional, donde macho y hembra poseen formas distintas.
La mariposa reina, similar a la monarca, se distingue por ser más pequeña y de un anaranjado más oscuro. Sus orugas son rayadas con colores negro, amarillo y blanco azulado. La mariposa emperatriz, con sus tonos café rojizo y marrón, es nativa de México y se distingue por sus alas semi triangulares con manchas y ocelos.
La mariposa organillo, con sus alas naranja brillante y manchas negras, es otra especie notable por su tamaño y color vibrante. Finalmente, la mariposa azufre, la más común, es de un amarillo anaranjado sólido, aunque algunas hembras pueden ser de un color blanco rosado.
Estas mariposas forman parte de un increíble fenómeno natural: la migración de la Mariposa Monarca. Cada año, estas especies emprenden un viaje desde Norteamérica hacia el sur de México y Centroamérica, pasando por lugares como la Sierra Chiquita, en la región centro-oeste del estado.
Para conservar y cuidar estas especies, es esencial proteger sus hábitats naturales y fomentar la creación de espacios que les permitan alimentarse y reproducirse. En ciudades como Tampico, se han identificado áreas donde las mariposas pueden descansar y alimentarse durante su migración. Estos espacios son vitales para que las mariposas puedan recuperarse y continuar su viaje, garantizando así su supervivencia.