Debido al avance de la plaga del heno motita se requieren acciones inmediatas en las que se involucre la ciudadanía de Tula de Allende para salvar a los árboles, expresó Luz María Oviedo de Arroyo, activista ambiental.
Explicó que desde hace siete años formó “un grupo con señoras que queríamos hacer huertos familiares, pero en nuestro andar, en investigar sobre los huertos, nos dimos cuenta que había una plaga, en todos lados estaba, e investigamos y fuimos a la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y a todas las dependencias de gobierno”.
En ese momento, dijo, se percataron que ahí se enteraron que esta problemática “no estaba considerada como plaga anteriormente, pero nosotros nos dimos a la tarea de investigar más y fuimos que esta plaga viene desde Alaska hasta Argentina, y en Argentina si pusieron mucha atención sobre la plaga, porque allá es el granero del mundo, entonces ellos si pusieron manos a la obra”.
Dijo que su grupo tomó “la técnica de ellos y con unos brigadistas de Cruz Azul, salíamos a limpiar árboles; desgraciadamente ahorita cruz Azul ha perdido muchos árboles porque no se ha hecho nada, y ya la plaga está de nuevo; se debe cuidar porque la plaga es muy peligrosa, la plaga se alimenta de la contaminación y estamos viviendo en la zona más contaminada del mundo y por eso ven ustedes que hasta en los cables está la plaga”.
Agregó: “No podemos vivir sin los árboles, nos dan oxígeno, y nosotros no hacemos nada por ellos, los árboles se siguen llenando de plaga, ya acudí a Conafor y me dicen que no hay dinero, no hay gente; yo nunca ha pedido dinero al gobierno, todo lo he hecho con cooperación de la gente. he comprado herramientas y todo lo que se necesita para esto, en San Miguel está acabado por la plaga”.
Sin embargo dijo que “no hay disposición de las personas para combatir la plaga; se requiere apoyo ciudadano”, por lo que pidió a los habitantes sumarse a estas labores, pues destacó que se requieren manos para retirar la plaga y limpiar los árboles.
Explicó que por ejemplo la Zona Arqueológica de Tula (ZAT) está muy afectada por esa plaga, por lo que se requieren acciones urgentes ahí e invitó a la población a acercarse con ella y su grupo para coordinar trabajos de limpieza.
Resaltó que es deber de los tulenses colaborar en estos trabajos para apoyar a la reactivación económica de Tula, pues es fundamental cuidar los árboles y el ecosistema de esta región que está altamente contaminada debido a la actividad industrial que se desarrolla.