En Tamaulipas se presentaron este año 30 incendios forestales, los cuales consumieron 28 mil 276.70 hectáreas, es decir, más de la mitad de la superficie afectada el año pasado.
Actualmente es el noveno estado de la República con más extensión dañada por estos hechos y en los cuales destacó el incendio en la biósfera El Cielo.
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De acuerdo con información proporcionada por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) en 2021 hubo 25 conflagraciones, cinco menos que en lo que va de 2022.
Al 22 de diciembre del presente año se tiene una estadística de 30 incendios forestales en la entidad, misma que no destaca a nivel nacional por este número de siniestros, pero sí por la extensión impactada.
Los estados con mayor presencia de incendios fueron Estado de México, Jalisco, Ciudad de México, Michoacán, Chihuahua, Chiapas, Puebla, Durango, Veracruz y Guerrero, que representaron el 77.30% del total nacional.
Mientras que entre las entidades federativas con mayor superficie impactada por estas conflagraciones se encuentran Tamaulipas, Guerrero, Durango, Jalisco, Chiapas, Nayarit, Oaxaca, Sonora y Michoacán que constituyeron el 81.15% del total.
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Este año se han visto impactadas en Tamaulipas 28 mil 276.70 hectáreas, de las que 18 mil 197.70 fueron herbáceas, 9 mil 809 arbustivas y 270 arbolado adulto.
El año pasado, la superficie dañada fue de 13 mil 432.50 hectáreas, de las que 6 mil 263 eran herbáceas, 808 arbolado adulto y 6 mil 361.50 arbustos.
Lo anterior significa que, aunque solo se tuvieron cinco incendios más este año, en superficie afectada se tuvo un incremento del 110.5%.
Las zonas forestales son imprescindibles para la vida en el planeta. Además de ser parte fundamental en los ciclos de producción y distribución del agua, purifican el aire que respiramos al capturar bióxido de carbono y liberar oxígeno.
También regulan la temperatura y la humedad, con lo que se equilibra el clima; proporcionan alimento, medicina y refugio a los seres vivos y son fuente de materia prima en muchas actividades humanas.
Estos procesos vitales se ven amenazados por diversos factores ajenos a las actividades forestales como: la degradación de suelos, la deforestación, la tala inmoderada, los fuegos no controlados que están relacionados con otras actividades como la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano.
EAS