El Lago de Chapala no ha tenido la recuperación que se esperaba en esta temporada de lluvias. En la página oficial de la Comisión Estatal de Agua (CEA) del Estado de Jalisco, se advierte que la laguna se encuentra al 64.45 por ciento de su capacidad, lo que representa cinco mil 89.67 millones de metros cúbicos. La cota es de apenas 95.31, es decir, 87 centímetros menos con respecto a la altura registrada en 2019 a esta misma fecha.
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La falta de precipitaciones en la parte alta de la Cuenca Lerma-Santiago es la principal razón por las que el vaso lacustre tiene una menor cantidad de agua en lo que va del año.
“Si llueve aquí en Guadalajara, esa agua nunca va a llegar a Chapala. Si tú dices llovió mucho en la Barranca de Oblatos, sí, pero eso no llega al Lago, esa es la salida del Río Santiago”, comentó el investigador del Centro de Estudios Estratégicos y para el Desarrollo (CEED), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), José Antonio Gómez Reyna.
Aunque, uno de los problemas que enfrenta es que el lago se abastece principalmente de la cuenca alta del Río Lerma, y -entre la cantidad de usuarios y las grandes presas como la Solís ubicada en el estado de Guanajuato, “empiezan hacer retenciones del agua, y simplemente el agua no llega y se queda arriba”, recordó.
Sin embargo, advirtió que los números que presenta la CEA con respecto a la cota del Lago de Chapala no son reales, ya que no hace una medición correcta.
La cota es la profundidad que tiene el lago, pero nunca restan los azolves (arena, grava y otros sólidos), con relación al volumen. “Estas condiciones hacen que la lámina de Lago sea más delgada o sea menos profundo, y la cantidad de insolación sea mayor, y una mayor evaporación”, indicó.
Esos sólidos, explicó, generan menos profundidad en el Lago de Chapala, y lo que tendrían que hacer la Comisión Nacional de Agua y la CEA, es un estudio de batimetría.
“Chapala no es una alberca, ellos lo determinan como si fuera, pero abajo tiene toda una hidrografía. Hay partes más profundas que otras, es un suelo irregular que mientras no se conozca no se puede decir perfectamente cómo está”, puntualizó.
Por lo que faltaría que se dieran a conocer la cantidad de millones de metros cúbicos de azolve que tiene el vaso lacustre, y cuántos le restan al momento de difundir la profundidad del Lago.
“Es imposible que tenga la misma cantidad de agua de acuerdo con su medición. Lo importante es la batimetría, qué áreas, y qué profundidad tienen de acuerdo con la superficie, y de ahí se hacen cálculos matemáticos para ver el volumen de agua”, sostuvo.
Calidad del agua
Gómez Reyna habló sobre la mala calidad de agua que se distribuyó durante el último mes en el Área Metropolitana de Guadalajara. Consideró que hubo un mal manejo en el tratamiento. El sistema está interconectado, a través del acuaférico que inyecta agua a pozos y plantas, por lo que es imposible que la causa fuera la falta de mantenimiento de aljibes.
“Esto es una falla de operación en la planta o ¿qué fue lo que metieron dentro de las tuberías? Las tuberías no generan eso, entonces quién lo metió, por dónde entró porque por alguna parte tuvo que entrar en los temas de bombeo o en las plantas de tratamiento”, dijo al estimar que la planta donde se generó el problema fue la Guadalajara Uno. A las colonias llegaron excretas y otros elementos que son perjudiciales para la salud. De ahí que se haya pronunciado porque el SIAPA explique qué fue lo que pasó, y de ser necesario, se sancione.
SRN