Desde hace varios años, se tiene conocimiento que en los cuerpos de agua de la zona sur de Tamaulipas ya habita el pez diablo, una especie considerada invasora ya que causa daño al hábitat. Pero, ya hay otra especie invasora en la entidad que puede causar graves impactos, como: extinción y pérdida de las especies nativas, degradación de los ambientes acuáticos y terrestres, entre otros.
De acuerdo con el especialista del Instituto de Ecología Aplicada de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Leonardo Arellano Méndez, en la entidad se tiene la presencia del pez diablo pero ahora también del pez león.
Explicó que el pez león, es una especie que ha afectado enormemente el Caribe, puede producir hasta dos millones de huevos al año y se dispersa con las corrientes marinas.
“Ya está en Tamaulipas, ya se reportaron algunos ejemplares en La Pesca y, al parecer, ya está en Tampico”.
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Trabajan en aprovechamiento de especies invasoras
Dijo que debido al impacto que algunas especies ícticas invasoras, como el pez diablo y el pez león, están causando en diferentes hábitats naturales de la entidad, trabajan en proyectos que permitan su aprovechamiento.
Por ello, se han dado a la tarea de organizar estrategias para capturar a estas especies cuyas poblaciones han crecido a gran velocidad. Una de ellas es un safari para la pesca del pez león promovido entre la población de Estados Unidos, actividad que tuvo gran éxito en Cozumel y se replicó en Cancún y Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo.
“También se hicieron torneos de pesca”, agregó el investigador, especialista en conservación de ecosistemas costeros y cambio climático, lo cual permitió capturar cerca de 2 mil ejemplares.
¿El pez león, se puede comer?
Detalló que han promovido el aprovechamiento dando a conocer las bondades nutricionales tales como la concentración de ácidos grasos omega-3 y omega-6, así como las diversas formas de cocinarlo y acentuar los sabores.
“El animal es comestible, el único problema está en las púas que posee. La Universidad del Carmen empezó a promover recetas, que hoy están vendiendo al público. Vimos que el consumo es la mejor estrategia para poder combatir a estas especies”.
Por otra parte, el pez diablo, conocido como “limpiapeceras”, es originario de Sudamérica; omnívoro nocturno, está presente en Tamaulipas. Posee espinas venenosas y, al no tener un depredador natural, se ha convertido en una plaga. Se alimenta de las crías y de los huevos de otras especies.
“Se están comiendo al pulpo, a la langosta, y están afectando al pez loro, que es ecológicamente muy importante para los ecosistemas arrecifales y está protegido internacionalmente”.
En palabras del científico universitario, esta especie viene del océano Índico tropical y del Pacífico occidental.
Comentó que en México se han identificado mil cien especies invasoras y alrededor de 200 están bajo monitoreo de las autoridades debido a los graves impactos que pueden causar.
“Se puede contar la extinción y pérdida de las especies nativas, la degradación de los ambientes acuáticos y terrestres, el deterioro de los servicios ambientales, del valor turístico e histórico, así como la afectación a la producción alimentaria, entre otros”.
EAS