Turismo en San Juan de los Lagos daña medio ambiente

La peregrinación del 2 de febrero genera alrededor de 100 toneladas de basura

A San Juan de los Lagos llegan un promedio de siete millones de visitantes al año (Twitter @pcjalisco)
Editorial Milenio
Guadalajara /

Aunque el turismo en torno a la virgen de San Juan de los Lagos deja una derrama económica de 4 mil 250 millones de pesos anuales, el medio ambiente y el entorno ecológico se están degradando, al grado de que algunas especies endémicas han ido desapareciendo.

El investigador del Centro Universitario de los Lagos (CULagos) de la Universidad de Guadalajara, Simón Pérez Romero, señaló que la ciudad de San Juan se prepara desde mediados de enero para recibir a los peregrinos que acuden el 2 de febrero, y se estiman cerca de 600 mil personas las que asisten al encuentro, alcanzando un promedio de siete millones de visitantes al año.

Esto genera un impacto que dinamiza y activa a la economía de la región Altos Norte, con una derrama económica de alrededor de 4 mil 250 millones de pesos anuales. Tan sólo el 2 de febrero (Día de la Candelaria), la Secretaría de Turismo calcula una derrama de 400 millones.

Sin embargo, este fenómeno turístico deja impactos en el medio ambiente, subrayó el investigador del CULagos, doctor Mauricio Larios Ulloa. Explicó que los siete millones de personas al año deben comer o ir al baño, y no hay un manejo adecuado de residuos plásticos ni de desechos orgánicos, con lo que se produce contaminación y focos de infección gastrointestinal.El Día de la Candelaria, se generan alrededor de 100 toneladas de basura.

Aseguró que, derivado de estas actividades turísticas, existe una visible disminución de las especies cactáceas endémicas. El último diagnóstico que realizó (de 2013 a la fecha), evidenció que la especie más afectada fue la Mamilaria politele, conocida coloquialmente como biznaga, que desapareció del paisaje.

“Llevamos seis años implementado una limpieza de la Mesa Redonda, una altiplanicie de tres mil metros muy conocida en San Juan. Ese símbolo paisajístico es punto de encuentro para los peregrinos, que acampan y en el lugar se acumulan los desechos. También ahí es donde estudiamos especies endémicas de cactáceas. Se hace urgente limpiar los residuos ahí cada que se van los peregrinos. Pero no es suficiente porque son demasiados los desechos que se acumulan y genera la pérdida de la biodiversidad. Y la región alteña es castigada en ese sentido”, declaró Larios Ulloa.

SRN​

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