El 21 de agosto 'Maleny' Rojas tuvo un parto vía cesárea para dar alumbramiento del que sería su tercer hijo, en el Hospital del Parque en Durango Capital. Casi tres meses después y tras peregrinar entre un doctor a otro para conocer la causa de sus dolores de cabeza, moriría de meningitis causada por un hongo.
A Leticia Magdalena Rojas, conocida de cariño como 'Maleny', un hongo acompañado de negligencia médica le arrebató la vida, dejando huérfanos de madre a tres menores: una niña de 7 años, un niño de 1 año y 7 meses y un bebé de tres meses.
Abigail, hermana de Maleny, explicó que la odisea comenzó cuatro días después de la cesárea cuando iniciaron los fuertes dolores de cabeza y las náuseas: "Había días en los que le era imposible levantarse de la cama. Le llevaban al bebé a la cama y ahí le daba pecho, pero no podía levantarse".
El calvario de ir de un doctor a otro para encontrar un diagnóstico
Originarios de Santa Lucía, Durango, primero la llevaron a un consultorio privado en el mismo municipio para que la revisara. El doctor le dijo que tenía una fiebre puerperal, infección que les describió como común después de un parto "y le dijo que más en ella, que había tenido dos césareas casi seguidas. Le recetó una medicina que por un tiempo le sirvió", recordó Abigail.
Luego volvió la migraña acompañada de vómito, por lo que el 6 de octubre su familia la trasladó al Hospital Integral de Canatlán, en donde en primera instancia le mencionaron que se trataba de un desajuste en la presión y de nueva cuenta, le dieron otro medicamento. En esa clínica le realizaron estudios que arrojaron que supuestamente tenía dos bacterias en el estómago: salmonella typhi que causa tifoidea (pero a ella le explicaron que no tenía la enfermedad, sólo el microbio) y otra que se adquiere al ingerir alimentos o bebidas contaminadas.
Estuvo con antibiótico por dos semanas y hubo una mejoría, sin embargo había "días buenos y días malos", mencionó la hermana.
Al acudir a su siguiente cita en el mismo hospital de Canatlán, los estudios no sólo mostraron que no habían desaparecido las dos bacterias antes mencionadas, sino que había aparecido una tercera. Al mismo tiempo Maleny empieza a quejarse de que su vista de su ojo izquierdo es borrosa y que la luz le molestaba de sobremanera, por lo que la canalizaron con un oftalmólogo a la capital de Durango.
"Hay algo mal en su cabeza", neurólogo
Al revisarla, el especialista le informó que todo estaba bien con sus ojos pero necesitaba mandarla con un neurólogo.
"Hasta ese momento no sabíamos nada de la meningitis, se desconocía la enfermedad, no se hablaba de eso en las redes ni en los periódicos. Nadie decía nada", narró Abigail.
El 1 de noviembre el neurólogo le notifica que "hay algo mal en su cabeza, que desconocía qué era ni qué tan avanzado estaba pero le dice que era probable meningitis".
Ahí fue la primera vez que la familia Rojas escuchó sobre esa enfermedad, en ese entonces poco conocida pero que ya ha cobrado la vida de 19 personas, en su mayoría mujeres que, al igual que Maleny, se sometieron a un procedimniento obstétrico seguro que se volvió inseguro en Durango, o al menos en las cuatro clínicas privadas que fueron aseguradas.
"El doctor mandó a mi hermana al Hospital 450 a hacerse estudios y le dijo que era de vida o muerte; que la tenían que internar y la ingresaron de emergencia ese mismo día. La tenían aislada y nadie podía estar con ella pero tampoco nos informaban nada, sólo decían que le harían más estudios, primero una tomografía, después más estudios, pero no nos daban resultados ni nos decían el estado de salud de Maleny", describió.
Al contar la historia de su hermana, Abigail cayó en cuenta que el gremio médico probablemente ya sabía desde que llevaron a su hermana al neurólogo de la emergencia por el brote de meningitis.
Más mujeres en la misma situación: una enfermedad desconocida, sin saber la causa
Abigail hizo hincapié en que antes del neurólogo y de que su hermana fuera ingresada en el Hospital 450, "todos los doctores fueron atentos y se portaron muy bien", inclusive el doctor que le realizó la césarea en el Hospital del Parque y a quien no culpan. Por otro lado, el trato que recibieron su hermana y la familia en el Hospital 450 lo describió como "déspota".
Como ella, había otras mujeres en el hospital en la misma situación pero con diferentes síntomas:
"Mi mamá platicó con una señora en la sala de espera; le contó que su hija también había tenido un parto por césarea pero su situación se había complicado más porque después de los dolores de cabeza, se le paralizó la mitad del cuerpo y estuvo sin conocimiento varios días".
Resultó que las hijas de ambas eran compañeras de cuarto. La hija de la señora, explicó Abigail, mejoró con el tratamiento que le aplicaron, pero hasta la fecha permanece internada.
Cuando pasaron a Maleny a piso, los doctores le comunicaron a su mamá que tenía el cerebro inflamado pero desconocían si se debía a un virus o una bacteria.
"Nos dicen que le van a dar un medicamento que dura de 4 a 7 días pero podían extenderlo má tiempo. También nos dicen que no garantizaba que fuera efectivo. Se lo aplican y en esa misma semana nos informan que ya sabían lo que era y le cambiarían el tratamiento al que ellos creían que iba a resultar.No entendemos por qué le cambiaron el medicamento si mi hermana había mejorado mucho; ya no tenía problemas con su ojo, la luz no le molestaba y los mismos doctores dijeron que su cerebro se había desinflamado bastante".
Carta responsiva, cambio de medicamento, efectos secundarios y últimos mensajes de Maleny
El 11 de noviembre a Maleny le indicaron que tenía que firmar una carta responsiva (oficio que no le pidieron firmar con el primer medicamento) en la que daba consentimiento para que se le llevara a cabo el nuevo tratamiento y asumía las consencuencias de los efectos secundarios del medicamento voriconazol y anfotericina, los cuales de acuerdo al documento eran: erupción cutánea, fiebre, escalofríos, naúseas, vómito, dólores de articulares, dificultar respiratoria, crisis convulsivas, reacciones cutáneas severas, arritmas cardiácas y choque anafiláctico. No incluían la muerte.
En el mismo documento, en el tercer párrafo dice textualmente: "Se me ha informado que, en el caso de decidir no realizar el tratamiento indicado por el médico, asumiré las consecuencias del proceso de mi enfermedad, las cuales pueden ir desde cefalea crónica, infarto cerebral, hemorragia cerebral, discapacidad cerebral permanente o incluso la muerte".
"Del 12 al 14 de noviembre ella estuvo muy bien, se sentía animada y estaba perfectamente. A pesar de eso el doctor nos decía que su condición era grave y que en cualquier momento ella podía empeorar".
El 14 de noviembre a las 18:00 horas Maleny envió un mensaje vía Whatsapp en el que informó a su familia que se había acabado el medicamento en el hospital, por lo que le suspendieron el tratamiento por aproximadamente 36 horas.
Los primeros minutos del 16 de noviembre, exactamente a las 00:23 horas, Maleny envío el que sería el último mensaje a su familia: "Ya llegó el medicamento, ya nos lo van a poner otra vez. En el nombre sea de Dios". Falleció dos horas y media después.
Después de que su hermana convulsionara, Abigail externa que no la alcanzaron a intubar porque murió luego de que le realizaran una tomografía.
"No es verdad que el Gobierno cubre los gastos", Abigail
El calvario de la familia Rojas llegó después de la muerte de Maleny: tardaron alrdedor de seis horas en dar aviso a la Fiscalía General del Estado del deceso; luego, la Fiscalía no entregaba el cuerpo debido a que era necesario obtener muestras porque ya habían interpuesto la denuncia correspondiente; pasaron aproximadamente doce horas para que la familia tuviera el cuerpo de Maleny.
"Nunca recibimos ni las condolencias del gobierno. No es verdad, al menos en nuestro caso, que cubren todos los gastos. Sólo los estudios y los medicamentos del Hospital 450 pero porque les corresponde, sin embargo no hubo indemnización ni nos devolvieron el dinero que gastamos en todas las consultas y tratamientos anteriores.
Los gastos funerarios que dicen cubrir se nos hicieron una burla, una cachetada: llegaron y nos ofrecieron un paquete de 12 mil pesos y nos mostraron las cajas que yo creo que les sobraban a las funerarias. Ahí querían que enterráramos a mi hermana pero no eran dignas; no aceptamos ninguna."
Piden justicia a traves de manifestaciones y redes sociales
Alejandra Rojas, hermana de Abigail y Maleny, en sus redes sociales publicó el siguiente mensaje:
"Lo que era para nosotros una alegría por tener a mi sobrino se convirtió en dolor por perder a mi hermana (...) por culpa de un hospital que no cuidó su salud, por culpa de un sistema de salud corrupto e inepto", lamentó.
Apenas el pasado lunes, el menor que nació el 21 de agosto pudo ser registrado, pues el Registro Civil les pedía el acta de defunción con la causa de muerte de la madre, la cual tardará tres meses en llegar. Los familiares tuvieron que realizar varios viajes de Santa Lucía a Durango hasta que por fin obtuvieron un certificado provisional y el bebé fue registrado este 28 de noviembre.
A través de sus cuentas en Facebook y con los hashtags #JusticiaParaMaleny #CaigaQuienCaiga #meningitis, las hermanas Rojas fueron de las principales promotoras para la marcha que realizaron familiares y amigos de otras víctimas de meningitis el 30 de noviembre en Durango.
"Lo que la mayoría exigimos es justicia, una indemnización y que la verdad salga a la luz", finalzó Abigail.
Sgg.