Un frappé sabor melón verde, cubierto con crema batida azul adornada con polvitos color tornasol y perlitas de azúcar color rosa es la bebida perfecta para cualquier cuenta de Instagram. Su nombre es Mermaid Frappuccino o de sirena y ésta es la nueva creación de Starbucks que llegó hoy a todas las tiendas de la cafetería por un tiempo limitado.
Contrario al Frappuccino de unicornio que enloqueció a los chilangos en abril pasado por su psicodélica apariencia y sabor principalmente a azúcar, el frappé inspirado en la clásica sirena de la cafetería de Seattle y hecho totalmente en México, sobresale por tener un sabor a melón verde.
TE RECOMENDAMOS: Este hombre convierte el café en una verdadera obra de arte
Su base es muy similar a los frappés de chocolate, vainilla o fresa que la cadena ofrece, por lo que su contenido calórico se puede comparar con estos. Según la calculadora de calorías de Starbucks, un vainilla crème de tamaño alto (340 ml) hecho con leche entera y acompañado de crema batida tiene 290 calorías, 15 gramos de grasa y 30 gramos de carbohidratos, además de un alto contenido de azúcar.
Por eso, le preguntamos a la doctora Jacqueline Carrillo, experta en nutrición, qué le pasa a nuestro cuerpo cuando ingerimos una bebida como esas y qué podemos hacer si no resistimos las ganas de probar a qué saben las sirenas.
Lo primero que hay que saber, de acuerdo con la doctora Carrillo, es que el consumo de alimentos ricos en carbohidratos y azúcares refinadas puede ocasionar o agravar enfermedades como la presión alta, además de elevar los niveles de colesterol y triglicéridos y por supuesto, a la larga, puede ocasionar enfermedades como la diabetes.
“Las personas que consumen en exceso azúcares refinados (como refrescos ) obligan y fuerzan a su cuerpo a controlar el exceso de glucosa en sangre al producir demasiada insulina [...] que estimula la formación de triglicéridos”. Esta sustancia es producida por el páncreas, órgano que al desgastarse ocasiona diabetes.
Por si fuera poco, cuando el hígado tiene demasiadas energía almacenada en forma de glucógeno, se estimula la formación de grasa, ocasionando así obesidad o riesgos de fallas cardiacas.
Pero el azúcar no sólo tiene un efecto en la química de tu sangre o el funcionamiento de órganos como el páncreas o el hígado, sino también en tu cerebro y tu humor.
De acuerdo con el sitio WebMD, el consumo de azúcar hace que tu cerebro libere dopamina, que es la hormona de la felicidad, por eso cuando tomas cualquier bebida azucarada o postres o dulces, te sientes feliz.
Como esta sustancia y sensación nos hace sentir bien, quieres seguir consumiendo azúcar para que tu cerebro siga produciendo este neurotransmisor que puede llegar a ocasionar adicción. Ahí es cuando vienen los cambios de humor, pues cuando las células terminan de absorber el azúcar comienzas a sentir ansiedad o nervioso.
TE RECOMENDAMOS: El unicorn frappé reúne todo lo que odio: Bourdain
Aunque suene a algo terrible tomar una bebida con tan alta concentración de azúcar, hay una forma en la que puedes tomarla sin dañar tanto a tu cuerpo.
“Recomiendo que si vamos a comer algún tipo de alimento rico en azúcares refinadas, se haga durante o después de las comidas. Al tener diferentes tipos de alimentos en el estómago se puede hacer una absorción más lenta (de los azúcares) y evitar los picos de insulina”, dijo la doctora Carrillo.
En pocas palabras, puedes tomarlo como postre o siempre y cuando hayas comido antes o, puedes compartirlo con un amigo.
Por su parte, Iliana Jiménez, gerente de comunicación y mercadotecnia de Starbucks, mencionó que siempre hay maneras de hacer que una bebida de la cafetería tenga menos azúcares o calorías.
“Puedes escoger quitarle la crema batida o cambiar la leche entera por una baja en grasas o pedir que le pongan menos jarabe”, dijo.
Así, por ejemplo, si cambiamos la leche entera por leche de coco y le quitamos la crema batida, el vainilla crème pasa de 290 calorías a 170 calorías, con 2.5 gramos de grasa y 37 gramos de carbohidratos.
mrf