¿Qué iluminó cielo en México? Astrónomo de la UNAM niega que haya sido un meteorito

Daniel Flores Gutiérrez, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica el fenómeno astronómico que se vio en el cielo mexicano el pasado miércoles.

El supuesto meteorito fue visto desde diferentes puntos del país.
Alma Paola Wong
Ciudad de México /

El objeto que surcó la noche del miércoles el cielo de ciertas zonas del país, es conocido como un bólido que cruza la atmósfera de la Tierra y sigue al Sol, con una velocidad de entre 50 y 70 kilómetros por hora, explicó Daniel Flores Gutiérrez, del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Flores afirma que siempre hay una posibilidad de impacto, no obstante, no existe evidencia de que el cuerpo que se observó el pasado miércoles haya caído.

Este objeto cuya presencia tiene más incidencia entre enero y febrero , y durante noviembre y diciembre, es de tipo rocoso que a su paso deja fragmentos pequeños.

“Con el que ahora vimos no tenemos datos de cuál es su órbita en el sistema planetario, ni sabemos mucho de él. Sólo tenemos las evidencias de fotografías que pudimos apreciar. Estos bólidos cruzan la atmósfera de la Tierra y pertenecen a órbitas de objetos llamados Apolo Amor y que su órbita alrededor del Sol alcanza más o menos la órbita de la Tierra por arriba o por debajo de la órbita terrestre”, explicó en entrevista con la Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.

No fue propiamente un meteorito 

Mientras un meteorito es una roca que atraviesa la atmósfera a gran velocidad y que es suficientemente grande para llegar hasta la superficie de la Tierra, un bólido es una masa mineral, que surge de la disgregación de los asteroides o de algún cometa, y que atraviesa rápidamente la atmósfera, pero suele estallar en fragmentos antes de impactar contra la superficie, tal como pudo ocurrir con el objeto avistado el pasado martes.

“Se piensa que los bólidos tienen órbitas alrededor del Sol y alcanzan la órbita de la Tierra. Por eso rozan o cruzan la atmósfera terrestre y siguen su camino. Unas horas después de haber sido visto en México sobrepasó la superficie de nuestro territorio”, apuntó.

El investigador recordó el meteorito Allende, en Chihuahua, del 9 de febrero de 1969, que se dispersó en 200 kilómetros cuadrados. Parte de los fragmentos cayeron en el pueblo y la mayoría en la llanura, pero no hubo afectaciones para las personas.

Dentro de estos objetos, figuran los carbonosos como el Allende, aunque hay otros que tienen combinación de otros materiales. Pueden ser metálicos como los que están en el Palacio de Minería. Sin embargo, la mayoría de los registros que se tienen son de los llamados rocosos.

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