Sangrado interno y externo frecuente en fosas nasales y articulaciones son algunos síntomas de hemofilia, enfermedad que afecta a seis mil mexicanos.
Además del sangrado frecuente interno y externo en boca, encías, fosas nasales, músculos, tejidos blandos, articulaciones, codos, tobillos y hombros, los pacientes cursan con hematomas, hinchazón y dolor.
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Carolina Flor Cruz García, especialista adscrita al Servicio de Hematología del Hospital Juárez de México, explicó que las mujeres son portadoras de la enfermedad a sus hijos.
Cifras del Registro Mundial de Hemofilia muestran que, a nivel global, un millón 225 mil personas padecen esta enfermedad, y que India, Francia, Irán y México ocupan los primeros lugares en cuanto al número de pacientes.
En el Día Mundial de la Hemofilia, que se conmemora este 17 de abril, la especialista detalló que se trata de un trastorno hemorrágico poco común que puede ser hereditario o adquirido. Existen dos tipos: la A, por una deficiencia de la proteína factor VIII y está presente en 85 por ciento de los casos; y B, por insuficiencia del factor IX de coagulación.
La hemofilia adquirida ocurre cuando el organismo produce anticuerpos que atacan y desactivan el factor VIII. La gravedad depende de la cantidad de esta proteína en la sangre, de tal forma que, entre menor porcentaje de proteína, mayor la probabilidad de hemorragias.
La hematóloga explicó que este padecimiento es causado por cambios en el cromosoma X, lo que ocasiona que las mujeres sólo sean portadoras y los hombres padezcan la enfermedad.
Es posible identificar la enfermedad entre los siete y 10 meses, cuando los bebés tienen sangrado en rodillas y codos al gatear. De no atenderse, con el tiempo las personas sangran con sólo caminar.
El tratamiento se basa en inyecciones intramusculares de remplazo de factor de coagulación de sangre humana donada o creada en laboratorio, que se aplican de forma regular para evitar episodios graves de sangrado. El control adecuado de la enfermedad permite vivir hasta 75 años o más.
No obstante, Cruz García dijo que las hemorragias severas pueden llevar al paciente a tener discapacidad motriz e incluso morir. El sangrado se mantiene dentro del organismo y se reabsorbe tras diez a quince días; sin embargo, cuando esto no sucede se debe aplicar en el paciente el factor de remplazo de manera continua para evitar daño en las articulaciones.
LP