En México, menos de 3 por ciento de los diabéticos tipo 2 se encuentran debidamente controlados y más de 80 ciento cursan la enfermedad con la llamada “triada mortal”, es decir, acompañada con hipertensión, colesterol y afección renal, que reducen seis años su expectativa de vida y les genera, en el corto plazo, complicaciones como ceguera, amputaciones de extremidades, crisis de hipoglucemia, arritmias, fallas del corazón y muertes súbitas y prematuras.
Fernando Lavalle González, coordinador de Enseñanza del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario José E. González, de Nuevo León —uno de los encargados de lograr regenerar la hormona de la insulina con inmunosupresor y autotransplante de células madres en pacientes con diabetes tipo 1—, explicó a la comunidad médica los resultados de su investigación sobre el control de la diabetes a partir de la alerta epidemiológica nacional.
Señaló que aunque México hace un esfuerzo de enseñanza, tratamiento y prevención, tiende a elevar su índice de enfermos en una década. “Forma parte de la lista de los 10 países con más número de pacientes con diabetes, de acuerdo con la Federación Internacional de la Diabetes, y las proyecciones es que por los bajos niveles de control de dicha patología, en una década pasaremos del sexto lugar al quinto, desplazando en número de enfermos a Brasil.
“En el país la diabetes inicia en etapas tempranas, entre los 30 y 40 años, por ello, de acuerdo con estudios epidemiológicos, las complicaciones severas se presenta en un lapso de 15 años generando ausentismo, pérdida de productividad para el país y alto gasto para el erario público, ya que si ese paciente presenta insuficiencia renal absorberá casi 50 por ciento del costo de los recursos públicos destinados a la atención de la salud”, dijo.
En la 78 Sesión Científica de la Asociación Americana de Diabetes, Lavalle González detalló que cuando un diabético presenta la llamada “tríada mortal”, 40 por ciento llega a desarrollar neuropatía, es decir, falla en el sistema nervioso que se manifiesta con ausencia de sensibilidad, disfunción eréctil y distensión estomacal, es decir, el alimento no baja al intestino, por lo tanto no se absorbe la glucosa y puede sufrir hipoglucemia, crisis que puede causar arritmias fatales.
“La Encuesta Nacional de Salud 2016 reporta que hasta 15 por ciento de la población tiene diabetes, pero solo 6 millones de mexicanos saben y asumen que tienen la enfermedad; el resto lo ignora y la rechaza, por ello, lamentablemente 53 por ciento llega a reportarla en algún grado de afectación de la visión y 15 por ciento retinopatía. Sumado a ello, 10 por ciento tendrá complicaciones que derivarán en la amputación de extremidades; hablamos de alrededor de 600 mil personas, una cantidad alarmante”, acotó.
Abundó que si un paciente presenta hipoglucemia, baja azúcar en la sangre, tiende a desarrollar problemas cardiovasculares y su posibilidad de fallecer se eleva porque tiene taquicardias y arritmias durante el día, pero por la noche presenta bradicardia, descenso en los latidos del corazón “causando muerte súbita.
“Yo hago una investigación de seguimiento de 4 mil pacientes y he comprobado que tienen hasta 20 por ciento de eventos de hipoglucemia que llevan al internamiento; resulta difícil establecer cuántas personas a escala nacional tienen este tipo de crisis y de cuántas fallecen mientras duermen”, señaló.
En The New England Journal of Medicine, una de las revistas más prestigiosas, dio seguimiento por una década a los diabéticos y reportó que entre las principales causas de mortalidad se encuentran las fallas cardiacas e insuficiencia renal.