En México, alrededor del 85 por ciento de las personas positivas con VIH tienen cobertura de antirretrovirales (incluyendo servicios del IMSS, ISSSTE, Pemex, Sedena y otros), y el resto desarrolla Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), básicamente, se ubican en poblaciones rurales del país, lo que complica que se vaya a cumplir con la meta de ONUSida de reducción de casos y de decesos en siete años, explicó Roberto Vázquez Campuzano, investigador del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos Dr. Manuel Martínez Báez (InDRE).
Con el tratamiento antirretroviral, dijo, la inmunodeficiencia ya no es un factor para el desarrollo del padecimiento. Ahora se considera crónica con cura funcional, es decir, ya no desarrolla enfermedades oportunistas asociadas que causen la muerte.
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Vázquez Campuzano detalló que en México hay reportados casi 357 mil casos de VIH, de los cuales 227 mil están vivos y reciben medicamento.
El especialista comentó que el tratamiento incluye varios tipos de antirretrovirales, hoy se consumen dos o tres cápsulas al día de medicamentos combinados, mientras que en décadas pasadas de 10 a 12 pastillas cada ocho horas.
“La prevalencia en nuestro país es baja, de 0.3 por ciento, y se ubica en poblaciones concentradas (hombres que tienen sexo con hombres y usuarios de productos intravenosos). Es mínima comparada con Trinidad y Tobago que se ubica en casi 50 por ciento, o en África subsahariana con cifras aún más altas. Estamos mejor que Centroamérica y adelante de muchos países de Sudamérica”, señaló.
No obstante, añadió el académico del Departamento de microbiología y parasitología de la facultad de medicina de la UNAM, México está lejos de cumplir la Estrategia 90-90-90, de ONUSisa y que inició hace 15 años.
Explicó que se trata de lograr que el 90 por ciento de las personas infectadas en el mundo conocieran que estaban contagiadas; que el 90 por ciento de ellas estuvieran bajo tratamiento antirretroviral, y que de estas el 90 por ciento tuviera cargas virales indetectables (lo que significa una enfermedad no transmisible).
“El problema es que no toda la gente tiene acceso al tratamiento. No llegamos a 90-90-90 y la meta es para 2025. Es una meta muy ambiciosa centrada en que en el 2030 ya no habrá transmisión del virus y en el 2050 se erradique esa transmisión”, agregó.
Pero México “aún no se llega al primer 90, estamos en 80 por ciento; los que tienen acceso a tratamiento representan otro 80 por ciento, y los de carga viral indetectable, aproximadamente 75 por ciento. Tenemos que redoblar esfuerzos”.
Como sugerencia en el Día Mundial del SIDA, el experto planteó que, ante alguna duda, por ligera que sea, es importante hacerse una prueba, que es 99 por ciento segura.
SCZ