De acuerdo con datos de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética, este tipo de procedimientos aumentaron 30 por ciento en 2015 y en 2016, siendo Estados Unidos quien encabeza en cirugías, con 4.2 millones de operaciones estéticas, seguido de Brasil, Japón e Italia, y en quinto lugar México, con 923 mil 814 procedimientos.
Las cirugías más solicitadas son de nariz, orejas, liposucción, corrección párpados y la papada, así como el aumento de senos. “De cada 10 cirugías para rejuvenecer, nueve son para mujeres y una para varones”, indicó Antonio Fuente del Campo, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.
En la actualidad existen procedimientos endoscópicos no invasivos que permiten una recuperación más pronta. “Antes la gente no se practicaba una cirugía estética porque implicaba grandes heridas y largos procesos de recuperación; ahora esto ha cambiado”, por lo que resaltó que para llegar a este nivel es necesario prepararse, porque “no se trata solo de cortar y separar, sino de dar forma”.
El cirujano explicó que esta especialidad incluye el manejo de quemados, de trauma facial, reconstrucción y atención de malformaciones congénitas en cara, miembros o genitales.
Si se tomó la decisión de hacerse un procedimiento de este tipo, recomendó, busque un médico certificado por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.
En tanto, los paciente se deben hacer un planteamiento de lo que desean y escuchar la opinión del médico, “porque muchas veces quieren procedimientos que están fuera de proporción, como arreglase los senos y el abdomen al mismo tiempo, lo que aumenta sustancialmente los riesgos”.