¿Qué es una microrráfaga? La columna de aire detrás de la caída del escenario de MC en San Pedro Garza García

En 2018 este fenómeno fue señalado como el responsable del desplome del avión Embraer E190 en Durango.

La tragedia en San Pedro Garza García provoco la muerte de 9 personas | Foto: Cuartoscuro
Lizeth Hernández
Ciuda de México /

Una microrráfaga pudo originar la caída del escenario de Movimiento Ciudadano  (MC) y es que la noche del 22 de mayo, una columna aire se precipitó de manera súbita durante una tormenta eléctrica en San Pedro Garza García, Nuevo León. 

Eran alrededor de las 8 de la noche cuando la celebración de una multitud de simpatizantes del partido naranja fue disuelta por fuertes vientos.


‘Máynez, Máynez’, gritaban las personas segundos antes de que el aire desmoronara el escenario en el que se encontraban tanto el aspirante a la presidencia de México, Jorge Alvarez Máynez, como otros otros miembros de MC.

En cuestión de segundos, la gran estructura colocada en el campo de béisbol, El Obispo, se convirtió en un esqueleto metálico. El viento desintegró el mitin, le arrebató la vida a nueve personas y dejó a más de 100 heridas.

Aunque el Servicio Meteorológico Nacional (SMN)  ya había alertado sobre una tormenta eléctrica así como la posibilidad de ráfagas de hasta 70 Km/h, lo que ocurrió la noche del 22 de mayo en Nuevo Léon es considerado por los expertos como un evento ‘atípico’.

Los metrólogos de Multimedios, Abimael Salas y Nelson Valdez, explicaron a MILENIO, qué lo que estuvo detrás del desplome fue una microrráfaga (también conocida como microburst), producida durante la tormenta registrada la noche del miércoles

¿Qué es una microráfaga o microburst?

La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), las define como “una columna localizada de aire que se hunde” y puede ser húmeda o seca.


Estas ráfagas de viento extremadamente fuertes y repentinas  ocurren durante tormentas, con la mezcla de aire frío y caliente. Pese a ser más pequeñas que los tornados, pueden ser igual de destructivas, ya que algunas han llegado a alcanzar velocidades de más 160 km/h, lo que es equivalente a un tornado de categoría EF-1, según explica la NOAA.

Nelson Valdez agregó, en una consulta especial realizada por este medio, que a juzgar por las caracteriza visuales de lo que ocurrió en San Pedro García Garza, es probable que las rachas de viento hayan alcanzado los 80 km/h, sin embargo, aclaró que es difícil de calcular debido a que no hay una estación meteorológica en el lugar en el que se dieron los hechos, por lo que habrá que esperar a que el Servicio Meteorológico Nacional proporcione mayor información.

Por su parte, Abimal Salas detalló que, debido a que la tormenta eléctrica no alcanzó a refrescar el ambiente, lo que se originó fue una microrráfaga seca, que se caracteriza por ocurrir cuando no ha llovido en mucho tiempo y el suelo está extremadamente caliente, de ahí que este tipo de fenómeno sea más común en veranos con sequía.

"Desciende el aire frío, colapsa con el suelo caliente y se expande en todas direcciones. Generalmente tiene apenas unos kilómetros de diámetro y dura unos cuantos minutos", señaló.

Cabe destacar que, según la NOAA, el pronóstico de microrráfagas generalmente se realiza a corto plazo: entre 6 y 12 horas antes de que se espere que se desarrolle la convección.

Microrráfagas, culpables de accidentes aéreos

Era primero de agosto de 2018 cuando el Embraer E190,  avión de Aeroméxico, terminó desplomado en suelo de la ciudad de Durango, las 103 personas que viajaban a bordo apenas había despegado cuando la aeronave colapsó.

No fue hasta dos meses después que se confirmó que no hubo fallas mecánicas ni errores humanos relacionados en el incidente, sino que este fue provocado por una microrráfaga que infiltró en el motor derecho de la nave.

"Las evidencias obtenidas hasta el momento por la comisión investigadora apuntan a los factores climatológicos como principal línea de investigación", señaló un comunicado de la Dirección General de Aeronáutica Civil de México (DGAC) emitido un 5 de septiembre.

Y es que, dadas las características de los vientos durante estos fenómenos, las naves tienden a ser empujadas hacia abajo. Por fortuna, en el siniestro de hace ocho años, no se registraron víctimas mortales.


LHM 

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