Mieloma múltiple afecta a mexicanos 10 años antes que a pacientes del resto del mundo

La literatura médica internacional reporta que aparece a los 65 y hacia los 75 años, pero en México aparece hasta 10 años más temprano, entre los 55 y 60 años.

Cada 5 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Mieloma Múltiple. Foto: Freepik
Blanca Valadez
Ciudad de México /

Las personas con mieloma múltiple presentan un dolor persistente en los huesos largos, a veces empieza en la cadera y se extiende hacia la espalda. Ese dolor se va a incrementando y se vuelve cada vez más intenso; no cede con analgésicos, explicó la hematóloga Angélica Romo sobre las características del que es el segundo cáncer de la sangre más frecuente en México.

Se trata de una enfermedad incurable pero que con tratamientos innovadores más del 20 por ciento de los pacientes puede alcanzar una sobrevida de 10 años, como sucedió con el cantante y compositor Joan Sebastian, conocido como El Rey del Jaripeo.

“Es una de las neoplasias hematológicas más frecuentes en la médula ósea, lo que conocemos como el tuétano, y que causa una reducción excesiva de células plasmáticas”, detalló Romo, gerente médico para Sanofi Genzyme.

En entrevista con MILENIO, Romo comentó que el 75 por ciento de los pacientes manifiestan dolor óseo, en los huesos largos, aunque también se presenta acompañado de cansancio extremo y, cuando ya el cuadro es mucho más grave, puede haber fractura patológica o problemas en el riñón.

Romo explicó que el mieloma múltiple tiene una incidencia de mil 800 a dos mil 500 casos nuevos casos en México. “El padecimiento es más común en varones con una frecuencia del 60 por ciento de los pacientes. En cuanto a la edad, la literatura médica internacional reporta que aparece a los 65 y hacia los 75 años, pero en México aparece hasta 10 años más temprano, es decir, entre los 55 y 60 años”.

No hay una explicación del porqué en México se presenta 10 años antes con respecto a otros pacientes en el mundo. “No hay nada publicado”; sigue siendo motivo de investigación.

Para la especialista formada, entre otros lugares, en el Instituto Mexicano del Seguro Social el tipo de dolor que padecen los pacientes no se confunde con el que experimentan los que cursan con covid-19 ya que “tienden a ser más cortos y con algún analgésico puede ceder”.

Lamentablemente, aclaró, aunque el cuadro clínico es de dolor persistente “tenemos que trabajar en el diagnóstico oportuno. Hay estudios que hablan de que en el sector particular, aproximadamente, el retraso puede ser de entre 3 y 6 meses; en el público, puede existir hasta un año de retraso. La preocupación aquí es que, cuando ya llegan al especialista la enfermedad está más avanzada”.

Y mientras más avanzada esté la enfermedad, dijo, habrá más complicaciones como renales o fracturas.

El diagnóstico de mieloma se puede hacer con una biometría hemática u otras tomas de sangre que, a veces, nos puede orientar para ver cómo está la hemoglobina. Una química sanguínea establece la función renal; con pruebas de función hepática, es posible ver cómo están las proteínas, la relación de albúmina y globulina. “Necesitamos ver la presencia y la cantidad de las células plasmáticas y qué características tienen estas células plasmáticas. No es tan frecuente, pero lo que antes se tenía que hacer era una radiografía de huesos largos: fémur, tibia o cráneo”.

Un aspecto relevante es que aunque la enfermedad se detecte en etapa avanzada “no significa que ya no hay nada qué hacer”.

“Con las terapias innovadoras, se ha prolongado la sobrevida de los pacientes. Antes hablábamos de 3 años, ahorita podemos ver casos de más de 10 años si al paciente lo diagnosticamos oportunamente para darle el tratamiento adecuado. Existen nuevas moléculas que pueden ser intravenosas u orales y que nos ayudan a prolongar más la vida del paciente.

Hay una variante que puede ser el autotrasplante, es decir, “le doy un tratamiento intensivo a mi paciente y ya que veo que las células plasmáticas anormales fueron eliminadas del organismo, puede ser autotrasplantada. Es una gran ventaja porque no necesitas dar un tratamiento intensivo. Y debemos tomar en cuenta que estamos hablando de pacientes ya de edad avanzada que cuentan con enfermedades preexistentes como diabetes o hipertensión, eso hace que, en ocasiones, el uso de trasplante no sea tan frecuente”.

La Asociación Mexicana para el estudio de la Hematología tiene registrados alrededor de 500 hematólogos. “Creo que sí hay una cantidad suficiente de especialistas y, obviamente, cada año egresan más hematólogos.

En México existe la infraestructura para el tratamiento tanto en el sector privado como en público.

“Al ser una enfermedad incurable, va a haber problemas de recaídas constantes y esto también puede presentarse a pesar de que se haga un trasplante de médula. Por eso es tan importante la vigilancia constante con el especialista y que cualquier síntoma que llegue a saltar en el paciente lo reporte. Obviamente, el objetivo del tratamiento es que no recaiga, es decir, que la enfermedad no progrese y buscamos una buena calidad de vida. Hay medicamentos que definitivamente nos ayudan a darles una calidad de vida porque recordemos que no solo enferman los pacientes, sino los cuidadores y la gente que lo rodea. Deben estar muy al pendiente de otras necesidades que no siempre son cubiertas, como la terapia psicológica y la rehabilitación”.

KGE

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