En México nacen al año alrededor de 200 mil bebés prematuros que enfrentan serios riesgos al nacimiento, bajo peso, inmadurez pulmonar, cerebral, y un sistema inmune debilitado.
Otro de los riesgos por tener defensas bajas de los bebés prematuros son más propensos a contraer infecciones, que se ha convertido en la principal causa de muerte.
“Las constantes amenazas a la salud de los bebés que llegan al mundo antes de las 37 semanas de gestación, hace necesario su tratamiento en las Unidades de Terapia Intensiva Neonatales (UCIN), donde especialistas en Neonatología, Neurología, Rehabilitación, Neumología, Oftalmología y Cardiología trabajan en conjunto para que el bebé se estabilice y alcance un peso mínimo de 1.8 kilogramos”, señaló Sarai Ugalde, Especialista en Educación Clínica
“Las UCIN son cruciales en la atención de los niños pretérmino debido a que el 76 por ciento de los bebés que ingresan a esta unidad son prematuros. Una nutrición adecuada durante su estancia en terapia intensiva es esencial para el fortalecimiento de su sistema inmune, lo cual ayuda a prevenir infecciones graves como la sepsis. La nutrición parenteral, que proporciona nutrientes de forma intravenosa, es clave en este proceso. Así, la atención en las UCIN asegura un futuro mejor para los bebés prematuros, donde cada avance en su cuidado es una victoria para su desarrollo y salud a largo plazo”, agregó Ugalde.
En el Día Mundial del Niño Prematuro, que se conmemora el 17 de noviembre, la especialista señaló que, entre los factores de riesgo para el nacimiento prematuro se encuentran los embarazos múltiples, preeclampsia, diabetes, hipertensión arterial, sobrepeso y obesidad.
“Las madres menores de 18 años o mayores de 35 también enfrentan un mayor riesgo. A pesar de este panorama, los partos prematuros se pueden prevenir si la mujer embarazada se nutre adecuadamente, mantiene un óptimo estado emocional, acude a revisión mensual con su especialista, y evita el consumo de tabaco y alcohol”, precisó.
En el mundo las estadísticas son alarmantes: uno de cada 10 bebés nacidos es prematuro, y cada 40 segundos uno de ellos pierde la vida. Cada año, aproximadamente un millón de bebés mueren en el mundo por complicaciones relacionadas con su prematuridad.
Por ello, dijo, se debe de prevenir el parto prematuro y llevar un correcto tratamiento en caso de que suceda, “es de suma importancia ya que estos bebés no solo tienen consecuencias físicas como daños en el cerebro, corazón, intestino, riñones, tubo digestivo y retina, sino que también pueden desarrollar problemas emocionales, de aprendizaje, estigma social, falta de inclusión y aceptación”, subrayó.
Y de ahí la importancia de fomentar la sensibilización sobre esta condición que corresponde a la principal causa de mortalidad infantil a nivel global.
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GGAC