Los mitos alrededor del gluten también afectan la investigación científica alrededor del trigo y, por ende, la seguridad alimentaria.
“Nos afecta de manera bastante importante. Nosotros somos un organismo internacional que depende de donativos. Muchas fundaciones están bien informadas sobre esto, pero sí hemos escuchado que a ciertos donantes específicos les preocupa el gluten y son un poco resistentes a la hora de financiar proyectos”, explicó Carlos Guzmán, científico del Centro Internacional para el Mejoramiento del Maíz y el Trigo.
Los investigadores tienen muchos retos, “como continuar aumentando la productividad y sembrar granos nutritivos. Eso requiere de inversión en investigación y, si se reducen esos recursos, a largo o mediano plazo podemos tener problemas de seguridad alimentaria”, señaló.
“Yo y muchos colegas pensamos que esto es parte de un negocio, porque los costos de los productos libres de gluten son más elevados. Por supuesto que son necesarios para personas con enfermedad celiaca, pero parece que parte de la industria quiere llevar de forma excesiva su comercialización para generar un nicho de mercado con el que obtienen muy buenos beneficios, incluso con la venta de libros”, concluyó Guzmán.
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