En 2015, en México se consumieron 2.5 millones de toneladas de huevo, lo que lo hace poco despreciado en la dieta de los mexicanos. Y es que, en años recientes se han llevado a cabo ciertas innovaciones para enriquecerlo nutricionalmente: las gallinas son alimentadas con semillas de linaza y aceite omega 3.
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Pese a eso, aún muchas personas conservan ciertas creencias, algunas falsas, que es necesario aclarar:
- "Sólo la clara es nutritiva":
Falso, aunque contiene 56% de proteínas, magnesio, potasio y sodio, entre otros, la yema posee el otro 44% de proteínas y vitaminas A, D y E, hierro, yodo, cobre, colesterol y calcio.
- "Las yemas muy amarillas tienen colorante":
Falso, su color depende de la alimentación de las gallinas. Si la yema es clara u oscura dependerá de la cantidad de caroteinodes ingeridas por el ave.
"La yema engorda":
Algo así, la energía que aporta el huevo provienen mayormente de la yema a través de proteínas y grasas; pero si la consumes con moderación no te perderás de sus beneficios.
"Son más nutritivos los huevos rojos":
Falso, lo único que indica la cáscara es la raza de la gallina.
"Sus nutrientes son indispensables":
Todo lo que contiene el huevo: proteínas, minerales y vitaminas ayudan en el desarrollo y mantenimiento de músculos, piel, huesos, órganos, pelo, hormonas y tejidos.
CR