Los murciélagos vampiro tienden a mantener las relaciones de "amistad" que establecen en cautividad incluso cuando se les deja libres, así reveló un estudio realizado por la revista Current Biology.
Una canción de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 decía: "Tú siempre serás mi amigo", y algo parecido deben pensar los murciélagos, ya que de acuerdo con la investigación de Current Biology estos pequeños quirópteros "también pueden formar relaciones sociales parecidas a la amistad".
El texto, firmado por expertos del Instituto Leibniz de Berlín y de la Universidad estatal de Ohio en Estados Unidos, dice que los murciélagos vampiro que en cautividad comparten alimento y aseo son más propensos a permanecer juntos cuando vuelven a la naturaleza.
Un grupo de murciélagos vampiro elegidos al azar en una colonia salvaje fueron retenidos durante un tiempo por los investigadores, quienes observaron que, al ser devueltos a su entorno, los animales que habían cooperado entre sí durante ese periodo elegían volver a asociarse.
Las relaciones sociales que estos animales crean en cautividad "son bastante fuertes frente a los cambios en el ambiente social y físico", explica en un comunicado Simon Ripperger, del Instituto Leibniz y coautor del estudio.
Esos vínculos "no son solo fruto de la cautividad, pues no todas las relaciones sobreviven la transición del laboratorio a la naturaleza", señala en la nota el otro autor del estudio, Gerald Carter, de la Universidad de Ohio.
Así, "al igual que en la experiencia humana, las relaciones de cooperación o amistad entre murciélagos vampiros parecen ser fruto de una combinación de preferencias sociales unidas a las influencias del ambiente o las circunstancias", agrega.
El estudio en profundidad de las relaciones sociales entre murciélagos salvajes no era posible hasta que Ripperger y sus colegas de ingeniería eléctrica y ciencias de las computación desarrollaron unos nuevos sensores de proximidad.
Esos pequeños y ligeros sensores acoplados en la espalda de los animales permitieron registrar las redes sociales que se establecen en las colonias de murciélagos vampiros y actualizarlas cada pocos segundos.
Al poder comparar lo que habían aprendido de las relaciones entre los animales en cautividad y lo que observaron tras liberarlos, tuvieron una mejor comprensión de sus vínculos sociales.
Conocer qué murciélagos hembra habían compartido aseo y comida durante 22 meses de cautividad ayudó a los investigadores a predecir qué ejemplares interactuarían en la naturaleza.
Aunque no todas las relaciones sobrevivieron, los resultados sugieren que los vínculos establecidos en ese periodo no fueron sólo consecuencia del confinamiento y las opciones limitadas.
Este estudio se une "a un creciente conjunto de evidencias" que apuntan a que los murciélagos vampiro establecen lazos sociales similares a los de amistad que se observan en algunos primates, según Carter.
El equipo quiere seguir investigando las diferencias en la cooperación entre individuos, cómo pasan de ser extraños a compañeros de colaboración e intentar saber si esa relación diurna se mantiene durante la noche para cazar.
amt