Nuevas fotografías aéreas del Lago Oroville, la segunda reserva de agua más grande de California, tomadas por el fotógrafo Justin Sullivan este martes ilustran la gravedad de la sequía al norte del estado.
Las imágenes, capturadas con un dron, muestran la masiva presa ubicada del condado de Butte llena solo al 42 por ciento, por debajo de la mitad de su promedio histórico para estas fechas. La situación es casi tan mala a la vista durante la sequía de los años 2012 a 2016.
La presa fue construida en los años 60 bajo el mandato del gobernador Edmund “Pat” Brown y tiene capacidad para casi mil 500 hectáreas de agua, suficiente para abastecer a 18 millones de personas durante un año. Con 230 metros de altura es la más alta de todo Estados Unidos y sus aguas provienen de la cuenca del Río de las Plumas
El aliviadero de la presa colapsó durante unas tormentas masivas en 2017 y se invirtieron mil millones de dólares para repararlo y renovar la presa en general.
Lago Oroville, California. 11 de abril de 2017 (arriba) y 27 de abril 2021 (abajo). (Justin Sullivan/Getty Images)
¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EL LAGO OROVILLE?
A pesar de estar hacia el límite norte de California, a 120 kilómetros de Sacramento, el lago es parte clave del Proyecto de Agua del Estado, un sistema masivo de 21 presas y mil 128 kilómetros de tuberías y canales que llevan agua desde el hasta norte al sur. En esencia, el Proyecto captura la nieve derretida de la Sierra Nevada y la transporta del Lago Oroville hacia los ríos Sacramento y San Joaquín hasta San Diego. Así, provee agua potable para 27 millones de personas desde el Silicon Valley a Los Ángeles y aguas de riego para 303 mil hectáreas de tierras de cultivo.
Desafortunadamente, después de dos inviernos con pocas lluvias, casi no hay agua que transportar. El mes pasado, el Departamento de Recursos del Agua anunció que espera que se entregue solo el 5 por ciento de los suministros solicitados este año. La cantidad de agua definitiva será anunciada en mayo.
“Estamos enfrentando la realidad de que será un segundo año seco para California y que está teniendo un impacto significativo en nuestro suministro de agua”, dijo Karla Nemeth, directora del Departamento.
El 1 de abril, fecha en la que suele terminar la temporada de nieve, la acumulación en la Sierra Nevada, que abastece casi un tercio del agua de California, estaba a 59 por ciento de su promedio. El año pasado estaba al 54 por ciento en la misma fecha. Mientras tanto, los niveles de lluvia en la mayoría de las ciudades del Área de la Bahía están entre 35 y 40 por ciento de su nivel normal.
Las reservas en otras partes del estado, especialmente en el centro y sur, están un poco mejor que en Oroville. La mayoría de las agencias de esas zonas han dicho a sus clientes que el suministro será suficiente por lo que resta del año. Sin embargo, expertos advierten que si el siguiente invierno también es seco se tendrán que imponer restricciones obligatorias al consumo del líquido vital.
La sequía también ha incrementado los riesgos de incendios. El año pasado fomentó, junto a una serie de tormentas eléctricas, que se quemaran un millón 600 mil hectáreas a lo largo del estado en la peor temporada de incendios en la historia de California. Bomberos han dicho que este año también se espera que haya peligro de grandes incendios ya que se han presentado niveles bajos de humedad en las yerbas, árboles y pastos. Lluvias importantes no se esperan hasta dentro de seis o siete meses cuando empiece la siguiente temporada de lluvias invernales.
La reserva más grande de California, el Lago Shasta, cerca de Redding está en una situación similar a la de Oroville. Este jueves estaba 51 por ciento lleno, a un 59 por ciento de su promedio para esta fecha.
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