Conocido por ser fundador de La Casita I y II de encuentros sexuales entre personas de la comunidad LGBT+ en los cuartos oscuros, así como pionero de la lucha contra el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) en Nuevo León, Abel Quiroga revela que es una persona que vive con VIH indetectable desde 2019… y la discriminación de la sociedad regiomontana ha sido un pan de cada día.
Custodiado por dos hombres que vigilan la Casita II, rodeado de arte porno, penes gigantes, un hombre con sarcoma de Kaposi en pintura, miles de documentos y películas para adultos homosexuales, Quiroga habló con MILENIO y asegura que el dicho de Carlos Monsiváis que dice: “actos privados, consecuencias públicas”, es una de las polémicas que lo persigue por usar o no condón durante un encuentro sexual.
“Hay una deficiencia en el sistema de salud, hay que mover piezas, rocas y muchas situaciones para que una persona tenga la atención integral, está focalizada en la entrega de los antirretrovirales. Estos exámenes (el de carga viral y el conteo de las células CD4) nos sirven como sustentante para ver si nuestro tratamiento antirretroviral está funcionando. Soy una persona con adherencia, indetectable, el medicamento está funcionando para que no se replique el virus.
“La otra persona decide si usamos o no el condón, no puede estar cargado hacia las personas que viven con VIH, no somos los responsables del otro cuerpo, solamente de nosotros, y la corresponsabilidad la compartimos porque se lleva a cabo la relación sexual”, dijo el activista.
Quiroga acomodó su mascarilla blanca para prevenir el covid-19 en su sillón y expuso los casos más radicales de VIH, donde hay diagnósticos tardíos en hombres o mujeres que se dan cuenta del virus en un hospital, siendo éstos los casos que rozan la muerte.
“Existe este componente del estigma hacia la prueba, no se la hacen porque pueden ser señalados como poblaciones en donde se encuentra el mayor número de casos. Los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH), como dicen los epidemiólogos, no están identificados con una orientación sexual ni con una identidad de género”, indicó.
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De acuerdo con datos proporcionados por el activista, del 1 de enero al 15 de noviembre del 2021, en Nuevo León hay 93 casos reactivos en los Centros Comunitarios de Detección de Acodemis AC.
Los datos proporcionados por Quiroga arrojan que entre 2018, 2019 y 2020 hubo un incremento de casos de VIH, principalmente entre adolescentes de 11 a jóvenes de 20 años, así como en grupos de edades de 21 a 60 años.
“Lo que nosotros pedimos es que el gobierno implemente la profilaxis preexposición (PrEP) para prácticas sexuales; es decir, que facilite a todas personas que por un motivo quieran tener mayor protección. Disminuye hasta 99.9% de la prevención, siempre y cuando tenga adherencia al tratamiento. Yo me programo para tener una relación sexual el sábado, desde 24 horas antes me tomo mi pastilla, pasando las 24 horas se toma otra, y un día después se toma otra”, refirió.
Por ello, añadió el activista, la compra de condones, lubricantes y pruebas rápidas de VIH, sífilis, hepatitis B y C deben ser una prioridad para el gobierno.