Nopal mexicano salvó a una comunidad de Argelia

El nopal salvó la comunidad de Sidi Fredj de la despoblación, debido a que su cultivo les trajo estabilidad económica, por lo que ya no piensan en emigrar.

Flores de nopal. (David Cortina)
Agencia AFP
Argelia /

El nopal mexicano y su fruto, la tuna, hicieron revivir la localidad de Sidi Fredj, en Argelia, localidad donde antes muchos soñaban con emigrar. "Mi futuro está aquí, no es necesario ir al extranjero", sonríe el agricultor Fethi Gueldasmi.

Originario de México, el cactus Opuntia ficus-indica se extendió por las riberas mediterráneas tras el descubrimiento de América. Con sus amplias pencas, que se denominan "raquetas", el nopal forma parte del paisaje árido del campo argelino, en estado salvaje o plantado como seto natural.

Los cosméticos y la nueva demanda alimentaria impulsaron esta producción en los últimos años, que hasta ahora era cultivado solo por su fruta blanda y azucarada, lo que daba apenas para vivir con tunas vendidas a 10 dinares la pieza (1.56 pesos).

La industria cosmética y las revistas de moda europeas y estadunidenses han destacado las propiedades antiarrugas del aceite de nopal y estudios científicos revelan las múltiples virtudes nutritivas y medicinales de esta planta.

Las flores, ricas en vitamina C, calcio y magnesio, se consumen en aguas aromáticas. Y la pulpa del fruto sirve para mermeladas, jugos o vinagre.

Excepto las espinas, de donde no se extrae nada, la planta puede ser utilizada en su totalidad.

Experiencia mexicana en Argelia

La Cámara de Agricultura de la región de Souk Ahras, donde está Sidi Fredj, impulsó desde 2013 el desarrollo de una filial argelina de la planta atrayendo a expertos de México, país de origen y primer productor mundial de éste cactus.

Expertos mexicanos ayudan a los agricultores argelinos a mejorar los rendimientos a identificar las "variedades más ventajosas" para cultivar en sus tierras, explica Gabriel Rosenzweig, embajador de México en Argelia.

Una primera unidad de producción se inició desde 2015 en Sidi Fredj, dedicada a los aceites, vinagres y jugos.

Y una nueva fábrica inaugurada en 2018 debe impulsar la producción regional, que era de mil litros y el objetivo planeado para 2019 es de 7 mil litros.

Aceite de nopal, 43 mil 816 pesos por litro

En el centro de este auge figura uno de los aceites más caros del mundo, se requiere una tonelada de semillas para producir un litro de este "elixir" que puede venderse en más de 2 mil euros (alrededor de 43 mil 816 pesos) el litro en Europa, una vez empacado en pequeños recipientes.

Los productores de la región de Sidi Fredj obtienen 500 euros (10 mil 954 pesos) por litro vendido al por mayor.

Certificado por organismos extranjeros, este aceite de nopal se exporta a Francia, Alemania, Catar y pronto a Estados Unidos, afirma el agricultor Djamel Chaib.

En la región conservadora de Souk Ahras, la transformación del cactus hizo emerger una producción familiar que ofrece a las mujeres, a veces empleadas en la recolección, una independencia financiera, y a los jóvenes una esperanza de futuro.

La madre de Fethi Gueldasmi cultiva su propia parcela y puede así economizar para efectuar la peregrinación a La Meca. Gracias al boom del cactus, la familia Gueldasmi afirma que multiplicó por diez sus ingresos. Terminó el crédito con el tendero y ahora están ampliando la casa familiar.

Estas tierras que "alcanzaban apenas para sobrevivir nos dan esperanza. No hay que irse a otra parte", dice Fethi, 40 años, sereno por su futuro y el de su hija de 10 años en el pueblo de sus ancestros.

En Argelia, 30 por ciento de los jóvenes están desempleados y muchos ven la emigración como la única salida, con esto la visión del pueblo ha cambiado para centenares de familias".

El padre de Fethi se congratula también de haber sembrado plantas de pistacho entre los cactus, fuente de ingresos suplementarios.

La maravilla de la botánica mexicana

Reserva natural de agua, el nopal es "un pozo botánico capaz de suministrar hasta 180 toneladas de agua por hectárea" y sus raíces mejoran la fertilidad de los suelos, destaca la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

"En lugares donde la cebada fue plantada entre las hileras de cactus, los rendimientos por hectárea del cereal se multiplicaron por siete", explicó Khodir Madani, director de un laboratorio universitario de investigación.

Una oportunidad para Argelia, que es el país más grande de África y donde el 80% del territorio es árido o semi-árido.

Según la FAO, como el cactus puede crecer en tierras pobres "donde ningún cultivo prospera", esta "humilde planta" sigue logrando de "manera silenciosa, pero firme un lugar de primer plano" frente al cambio climático y a los riesgos crecientes de sequía.

Túnez y Marruecos se interesan también por el nopal. Apoyados por la ONU, desarrollaron desde hace años una filial de transformación de esta planta.

​RLO

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