Los menores de edad son los más vulnerables a los cambios de clima, por lo que durante los cambios de estación los padecimientos son muy particulares, pues en la época de primavera se incrementan las enfermedades alérgicas, así como las diarreicas.
Manuel Velasco Gutiérrez, médico pediatra, manifiesta que es en esta temporada cuando el polvo y la polinización impacta la salud de los niños, quienes empiezan a presentar síntomas como estornudos, moco transparente y ojos llorosos, síntomas de una alergia, sin embargo al no atenderlas a tiempo puede afectar los pulmones con un síndrome de tipo asmático.
“Si no se detiene la rinitis alérgica, el impacto puede ser a nivel de dificultad respiratoria, sobre todo durante los cambios de clima y la suma de los alérgenos como el polen de las flores”.
Es principalmente durante la noche cuando los niños presentan dificultad para respirar, acompañado de flemas y tos, lo que no puede ser tratado con antibióticos, pues es un problema de tipo alérgico que debe atenderse con inhaladores y medicamentos bronco-dilatadores para que se abran los bronquios y respiren sin dificultad.
Aunado a los padecimientos alérgicos, se presentan los gastrointestinales, las cuales se manifiestan con evacuaciones de tipo diarreicas y que actualmente son las que con mayor frecuencia se atienden en los consultorios pediátricos.
El especialista señala que los menores presentan diarrea acompañada de vómito, dolor de cabeza, dolor abdominal y pérdida de apetito, síntomas que deben ser tratados a través de la hidratación oral para evitar que pueda complicarse.
Explica que los bebés, sobre todo los menores de un año, en la parte superior de la cabeza denominada la fontanela y conocida como “mollera”, presentan hundimiento debido a que el cerebro está lleno de agua y al estar deshidratado se hunde, al igual que sus ojos, mientras que la lengua se seca y el llanto es sin lágrimas.
“Si no se trata aparecerán otros síntomas más peligrosos como dejar de orinar porque el riñónprotege al cuerpo evitando la pérdida de orina que es agua, pero puede llegar incluso a dañar el riñón y ocasionar una complicación”.
Puede ocasionar la muerte
Este tipo de síntomas se presentan cuando ya está muy avanzada la enfermedad, lo que puede causar la muerte por deshidratación severa y choque.
Expuso que las diarreas son generadas por virus y parásitos intestinales, pues en el caso de los virus se curan solas y no ameritan antibióticos, pues se autolimitan con las defensas del niño, mientras que los parásitos intestinales conocidos como las amebas que están presentes en la tierra y que al no mantener una debida higiene provocan evacuaciones líquidas acompañadas de sangre y moco, conocida como disentería amebiana.
“Es cuando deben acudir al médico, porque la presencia de sangre se explica por las ulceraciones de estos bichos, las amebas comen y deshacen los intestinos ocasionando úlceras que provocan sangrando y producen dolor abdominal”.
El ser humano va a padecer diferentes enfermedades dependiendo la época del año, por lo que en esta temporada empiezan a disminuir las enfermedades respiratorias como la influenza de garganta y neumonía, que son las prevalentes en invierno, las cuales en los últimos años han sido acompañadas por el coronavirus.
Obsesidad
El consumo de dulces y la comida chatarra, son la principal causa de los problemas de obesidad en los niños, lo que constantemente se ve en los consultorios, pues se presentan pequeñitos y adolescentes que tienen exceso de peso hasta 40% más de lo esperado.
Velasco Gutiérrez, indica que quienes padecen obesidad en ocasiones presentan una mancha oscura en el cuello o a la altura de la nuca denominada “acantosis nigricans”, lo que representa un foco rojo, ya que podría ser diabetes.
“Esta mancha nos está avisando que hay una gran saturación de grasas en el cuerpo y seguramente un incremento de los azúcares en la sangre, es una mancha oscura en la piel que no se quita y los padres debe de preocuparles porque podría llegar a la diabetes”.
De igual manera el aumento del perímetro abdominal es muy frecuente por la inactividad física, sobre todo en los últimos años debido al confinamiento y al exceso de alimentos chatarra. “Todo aquello que viene en bolsitas, cajitas, envases de vidrio o de plástico es chatarra, lo que no es chatarra es lo que tiene cáscara”.
Resaltó que a causa de la pandemia por covid-19, existe otra epidemia que está oculta pero que está afectando considerablemente a los niños y que es de aspecto neuropsiquiátrico ocasionado ansiedad y depresión.
“Estamos viendo en los consultorios no solo de los psiquiatras, sino de todos los médicos estos diagnósticos de ansiedad y depresión en donde el niño no puede dormir por la noche, tiene nervios, pesadillas y tristeza. Esto se ha generado a causa del encierro”.
EGO