La viruela del mono o bien, viruela símica es una extraña enfermedad provocada por un virus que se transmite de los animales a las personas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aclara que los casos que aparecen son de carácter esporádico y aunque el fenómeno surja al manipular animales como monos, ratas gigantes de Gamba o ardillas infectadas, también señalan a los roedores como principal fuente de contagio, además del consumo de animales infectados con el virus.
De igual forma, La OMS recomienda evitar el contacto físico estrecho con personas infectadas por el virus de la viruela del mono, además de reforzar la protección contra animales infectados en zonas endémicas del planeta Tierra.
No existe tratamiento ni vacuna contra la viruela del mono: OMS
En cuanto al tratamiento, la OMS advierte de que no existen tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus, aunque los brotes pueden ser controlados. Anteriormente, la vacuna antivariólica demostró una eficacia del 85% para prevenir la viruela del mono. Sin embargo, la vacuna se encuentra disponible al público, debido a que su producción fue suspendida tras la erradicación mundial de la viruela. Igualmente, la vacunación antivariólica estudiada años atrás puede contribuir a que la evolución de la enfermedad sea controlada.
Síntomas de la viruela del mono
La OMS indica que el periodo de incubación de esta enfermedad suele ser de 6 a 16 días, pero puede variar entre 5 y 21 días. Además, la infección puede dividirse en dos periodos:
Periodo de invasión (entre los días 0 y 5): caracterizado por fiebre, cefalea intensa, linfadenopatía (inflamación de los ganglios linfáticos), dolor lumbar, mialgias (dolores musculares) y astenia intensa (falta de energía).
Periodo de erupción cutánea (entre 1 y 3 días después del inicio de la fiebre): cuando aparecen las distintas fases del exantema, que por lo general afecta primero al rostro y luego se extiende al resto del cuerpo. Las zonas más afectadas son el rostro (en el 95% de los casos), las palmas de las manos y las plantas de los pies (en el 75% de los casos). La evolución del exantema desde maculopápulas (lesiones de base plana) a vesículas (ampollas llenas de líquido), pústulas y las subsiguientes costras se produce en unos 10 días. La eliminación completa de las costras puede tardar hasta tres semanas.