Inició con problemas de vista, que no se corregían con un aumento en la graduación de los lentes, luego con dolores intensos de cabeza que duraban 14 segundos al grado de inmovilizarlo.
Carlos Cordier Pérez, de 64 años, comenzó a abandonar sus tradicionales caminatas por las montañas de Monterrey porque empezó, también, a arrastrar la pierna derecha.
“Todo lo asocias con la edad”, explicó en entrevista con MILENIO. Pero su esposa Cristal insistió en hacerle múltiples estudios que revelaron que Carlos tenía un adenoma en la hipófisis, es decir, un tumor en la pituitaria benigno de siete centímetros que fue extirpado en dos fases, una en noviembre de 2021 y la otra marzo de 2022, en la Clínica Mayo de Jacksoville Florida, Estados Unidos.
El tumor se alojaba en una glándula del tamaño de un frijol. Esa hipófisis se ubica en la base del encéfalo, por encima y detrás de la nariz y cuya función es producir hormonas que influyen en el crecimiento de la persona, en su desarrollo sexual, en la fertilidad y en diversas funciones esenciales para el funcionamiento de órganos y tejidos del cuerpo.
“Era un tumor bastante grande que estaba haciendo presión sobre el quiasma óptico y eso era lo que provocaba que no pudiese ver correctamente”, destacó Carlos, quien, a pesar de tener una vista reducida en el ojo derecho porque solo detecta los objetos ubicados al frente, volvió a recuperar ese gusto por las caminatas en las veredas y la montaña.
La cirugía practicada al señor Carlos resulta relevante debido a que un tumor en la pituitaria requiere de alta especialización. “Es una glándula que controla, del punto de vista hormonal, todo; por ejemplo, la glándula de tiroides es controlada por la pituitaria”.
“La glándula adrenal que está encima de los riñones también es controlada por la pituitaria. Es una glándula muy importante sin la cual no se puede vivir. Además, es muy pequeña, está detrás de los ojos, debajo del cerebro, en una posición muy estratégica, por lo que varios componentes de los nervios pasan por esa zona”, explicó Misha L. Pless, neuroftamologo de Clínica Mayo Jacksoville Florida.
LP