El señor Virgilio Guzmán, de 70 años recién cumplidos, pants gris, cubrebocas y gorra azul, cruzó la puerta abierta del módulo de vacunación del Centro de Salud de Pachuca Jesús del Rosal.
“Vengo por mi vacuna”, dijo a la enfermera que se encontraba en el módulo. La enfermera, de bata blanca y cubrebocas azul, le pidió descubrirse el hombro izquierdo mientras anotaba su nombre, fecha de nacimiento y edad en una hoja de registro.
El hombre dice a la enfermera que acudió el domingo al Centro de Salud pero que la vacuna se había acabado. La mujer le confirma que ese día se había terminado pero que ya llegaron más.
Es martes por la mañana. Pasan los primeros minutos de las nueve horas. El módulo abrió a las ocho y la enfermera ya había atendido a cerca de 20 personas para vacunarlos contra la influenza.
La vacunación contra la influenza inició en Hidalgo hace dos semanas y la meta de aplicación es de 883 mil dosis por parte del sector salud en todo el estado durante la temporada de invierno 2020-2021 en un periodo de poco más de tres meses.
El señor Virgilio dice que lleva su credencial para acreditar su edad pero la enfermera le comenta que no es necesario pues forma parte de los grupos de riesgo y puede vacunarse sin problema.
Como cada año los grupos de riesgo a quienes se aplicarán las vacunas son: niñas y niños de seis meses a cinco años cumplidos; adultos de 60 años en adelante; mujeres embarazadas; personas con diabetes mellitus no controlada, obesidad mórbida, enfermedades crónicas, pulmonares, cardiacas, renales; personas con cáncer y VIH; así como al personal de salud.
Las personas podrán vacunarse en todos los centros de salud de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) así como en las unidades médicas tanto del IMSS como del ISSSTE.
El módulo de vacunación del Centro de Salud de Pachuca Jesús del Rosal está justo en la entrada del inmueble. Solo hay que cruzar la puerta de cristal vigilada por un policía que da el acceso después de colocar gel antibacterial y caminar hacia el fondo. Afuera del módulo hay una sala de espera.
Mientras la enfermera atiende al señor Virgilio comienzan a llegar más personas para su vacunación y hacen una fila para recibir la inyección, la mayoría son personas adultas y también un par de mujeres embarazadas, todas con cubrebocas.
Tras anotar los datos del señor Virgilio, a quien su esposa le dijo que debía vacunarse contra la influenza pues ella ya lo había hecho, la enfermera se coloca gel antibacterial en ambas manos.
El señor Virgilio tiene ya el hombro izquierdo descubierto. La enfermera se frota las manos con el gel antibacterial, toma la inyección de una caja azul con blanco, pasa un algodón con alcohol en el área a aplicar y en un par de segundos vacuna a don Virgilio contra la influenza.
Tras vacunarlo le dice que va a presentar dolor, inflamación y enrojecimiento en el lugar donde le aplicó la vacuna y le menciona que si presenta fiebre debe darse un baño con agua tibia y que si presenta un refriado común se le quitará solo.
La enfermera, Carmen Julia Pérez, dice que el módulo está abierto de lunes a domingo de ocho de la mañana a las seis de la tarde y que ha habido “muchísima” demanda por parte de la gente.
Tras la atención al señor Virgilio se hizo una fila frente al módulo de 20 personas quienes acudieron a vacunarse, en su mayoría mujeres adultas mayores y embarazadas.