La mayoría de las mujeres con la forma más común de cáncer de seno en su etapa temprana pueden omitir en forma segura la quimioterapia sin socavar sus posibilidades de superar la enfermedad, dijeron médicos en un estudio sin precedentes que utilizó pruebas genéticas para medir el riesgo de cada paciente.
El estudio es el más grande de su tipo sobre tratamiento de cáncer de mama y se prevé que los resultados eviten a 70 mil pacientes cada año en Estados Unidos y a muchas más en otras latitudes el sufrimiento y gastos derivados de esos medicamentos.
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“El impacto es enorme”, dijo el jefe del estudio, el doctor Joseph Sparano, del Centro Médico Montefiore en Nueva York. La mayoría de las mujeres en esta situación no necesitan tratamiento más allá de cirugía y terapia hormonal, y “el resto de ellas reciben quimioterapia en forma innecesaria”.
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer y algunas fundaciones y recibió recursos de las recaudaciones con el timbre postal que hace alusión al cáncer de seno en Estados Unidos. Los resultados fueron examinados el domingo en la Conferencia de la Sociedad de Oncología Clínica de Estados Unidos en Chicago y los publicó el New England Journal of Medicine. Algunos líderes del estudio consultan a los fabricantes de los medicamentos contra el cáncer de seno o a la compañía que efectúa las pruebas genéticas.
El cuidado de las personas con cáncer ha evolucionado y excluye la quimioterapia —medicamentos antiguos con severos efectos colaterales— y adoptado terapias dirigidas a los genes, bloqueadores hormonales y tratamientos para el sistema inmunológico. Cuando hoy día se utiliza la quimioterapia, es a veces por periodos cortos o dosis bajas en comparación con antes.
Por ejemplo, otro estudio presentado durante la conferencia determinó que el medicamento para inmunoterapia Keytruda, de Merck, funcionaba mejor que la quimioterapia como tratamiento inicial para la mayoría de las personas con el tipo más común de cáncer de pulmón, y con menos efectos colaterales.
JCH