En el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) 12 mil 736 pacientes trasplantados sobreviven, cuentan con tratamiento inmunosupresor, recuperaron su salud y se han reintegrado a la sociedad , informó el coordinador de órganos y tejidos con fines de trasplante, Diego Osvaldo Guzmán Cárdenas.
Actualmente en el ISSSTE hay 911 pacientes en lista de espera de un órgano o tejido; 12 de corazón, cinco de hígado, 541 de riñón y 353 de córnea.
En el Día Mundial del Trasplante, Guzmán Cárdenas notificó que este año, el instituto, a través de la Dirección Normativa de Salud, ha realizado nueve trasplantes, uno de hígado, cuatro de riñón de donador vivo, dos de riñón de donante cadavérico y dos de tejido corneal; estos se suman a 86 de diversos órganos implantados en 2021.
Osvaldo Guzmán indicó que el protocolo institucional para estos servicios funciona como una eficaz y puntual maquinaria en el que profesionales de diferentes áreas de alta especialidad, trabajan de manera coordinada y contra reloj, con la misión de salvar vidas y dar nuevas oportunidades de salud a enfermos.
Cada tipo de órgano tiene un tiempo viable para su trasplante, de entre cuatro y 24 horas. “En ese lapso, equipos de salud expertos en diferentes rubros, nos organizamos para realizar con eficacia acciones de procuración, trámites legales, preservación y traslado; estudios de gabinete, laboratorio y de histocompatibilidad; elección de receptores con mayor beneficio y la cirugía”, detalló.
El protocolo de trasplante prioriza la evaluación integral de los potenciales receptores, descartando infecciones o afecciones que pongan en riesgo su vida al ser sometidos a cirugía de trasplante, como la función cardiológica, obesidad, alteraciones anatómicas, enfermedades metabólicas que deberán controlarse y el riesgo anestésico aunado a la viabilidad legal.
La asignación de los órganos se hace con base en criterios de gravedad de los pacientes, beneficio esperado y oportunidad del trasplante.
El que esté más grave y corre riesgo su vida tiene prioridad, independientemente del tiempo que lleva en la lista de espera. En cuanto al beneficio esperado se considera que el órgano disponible tenga condiciones de vida útil amplia para el paciente y el menor riesgo de rechazo.
La oportunidad es otro factor relevante. El tiempo de viabilidad de un órgano para su puede variar de cuatro a 24 horas, dependiendo del órgano que se trate, y tiene que ver con las condiciones del órgano al retirarlo del donante y su capacidad de conservarse funcional tras un periodo de isquemia, en el que permanece sin sangre. En el caso de tejido corneal este tiempo se extiende de siete a 14 días, gracias a los medios de preservación.
Con base en este tiempo disponible, se considera que los candidatos a receptores puedan llegar lo más pronto posible a los hospitales donde se realizan las cirugías de alta especialidad, por lo que se convocan entre dos y siete posibles candidatos receptores y se realizan a todos las pruebas cruzadas de histocompatibilidad.
En tiempos de pandemia, un requisito indispensable es que todos los donantes y receptores de órganos en el país deben contar con una prueba de PCR negativa para covid no mayor a 72 horas previas al trasplante. Sin este requisito no podemos someter al paciente a este procedimiento.
Con la consideración de todos estos criterios, en el ISSSTE, los comités de trasplantes estamos comprometidos a que todos los órganos obtenidos en donación sean trasplantados a pacientes que recibirán el máximo beneficio de brindarles una nueva oportunidad de vida con salud y reintegrarlos productiva y socialmente, concluyó Diego Osvaldo Guzmán Cárdenas.
KGE